Ya hemos comentado que las sagas familiares es algo común en la NHL. Los apellidos se repiten entre hermanos jugando a la vez y también pasan de padres a hijos dejando una estela a veces inolvidable y otras no tanto.
En estos apellidos que dejan estela o al menos el nombre no es totalmente pisoteado por el progenitor está el de Mark Howe (28 de mayo de 1955), hijo de Gordie Howe. A pesar de la enorme sombra proyectada por su padre y de dividir su tiempo entre dos ligas, Howe brilló como uno de los mejores defensores bidireccionales de la NHL de la década de 1980, siendo tres veces subcampeón del Trofeo Norris y llegando a tres finales de la Copa Stanley.
Es miembro del Salón de la Fama del Hockey de Estados Unidos y fue incluido en el Salón de la Fama del Hockey en 2011. La familia Howe recibió el Premio Internacional Wayne Gretzky en 2000, por su contribución al crecimiento y avance del hockey en los Estados Unidos.
¿Cómo llegó a la NHL?
En 1973, Howe decidió jugar en la WHA (World Hockey Association) junto a su hermano Marty y su padre Gordie. Liderados por la familia Howe, los Houston Aeros ganaron las Copas Avco de 1974 y 1975, otorgadas a los campeones de liga de la WHA. Mark, que jugaba como lateral izquierdo, recibió el Trofeo Lou Kaplan como Rookie del Año y obtuvo el estatus de All-Star del segundo equipo.
Aunque Howe había jugado una temporada completa en la WHA, los Boston Bruins decidieron seleccionarlo en la segunda ronda del draft amateur de la NHL de 1974. Fue el primer jugador activo de la WHA en ser seleccionado por un equipo de la NHL, y el primero de tres seleccionados en el draft de 1974, siendo los otros dos su hermano Marty, seleccionado por los Montreal Canadiens en la tercera ronda y Tom Edur. Los tres jugadores optaron por permanecer con sus equipos WHA después del draft.
Cuando la NHL absorbió la WHA en 1979, uno de los cuatro equipos de la WHA que quedaron en pie fueron los New England Whalers, que cambiaron su nombre por el de Hartford Whalers. En el Draft de expansión de 1979, los Bruins que tenían sus derechos en la NHL, intentaron reclamar a Mark Howe; sin embargo, los Whalers utilizaron una selección prioritaria para retenerlo.
Época dorada de Mark Howe
En 1980, Mark sufrió una de las lesiones más llamativas de la NHL cuando se chocó contra la portería y se clavó uno de los palos metálicos que formaban la portería. Tras sobrevivir al suceso, la demanda de Howe a la NHL consiguió un cambio de las porterías para que no volviese a ocurrir algo así. Como consecuencia de su lesión y todo el tiempo que no pudo jugar, Mark Howe terminó traspasado a los Philadelphia Flyers donde viviría sus mejores años como jugador de hockey.
El propio Howe comentaba que el traspaso al final era beneficioso para ambos equipos, ya que él sabía que su última temporada con los Whalers no había sido la mejor y que la comunicación con el GM no era la mejor. Una vez en Philadelphia, Mark Howe fue la columna vertebral de uno de los mejores equipos defensivos de la NHL de mediados de la década de 1980, donde fue finalista del Trofeo Norris en tres ocasiones (1982–83, 1985–86 y 1986–87).
Los Flyers terminaron la temporada 1984-85 con la mayor cantidad de puntos y obtuvo un lugar en las finales de la Copa Stanley, solo para perder ante la dinastía de los Edmonton Oilers, que contaba con estrellas como Wayne Gretzky, Paul Coffey y Mark Messier.
Howe tuvo su mejor temporada durante la temporada 1985-86, donde registró algunos de los mejores números jamás logrados por un defensa de la NHL, en particular, liderando la NHL con una notable calificación de +85 +/-. Marcó 24 goles, añadió 58 asistencias para un total de 82 puntos y, al mismo tiempo, fue el salvavidas fuera de la zona defensiva de los Flyers con sus excepcionales habilidades de patinaje y buenos pases.
Hay nombres que siempre van a permanecer en la memoria de la NHL. Porque de Gordie Howe se habla todavía cada vez que alguien hace la trifecta de gol, asistencia y pelea pero es que su hijo supo elevar el apellido aún más en la historia de la NHL.