¿Qué mejor momento para hablar de la pretemporada de la NHL justo cuando comienza la temporada oficial? Y no, no voy a ponerme a hablar de los resultados de los partidos ni nada por el estilo, sino de algo más subjetivo.
¿Es de verdad necesaria una pretemporada?
Voy a centrarme en la NHL porque es nuestro deporte favorito pero quizás este debate se podría adaptar al resto de ligas por los mismos puntos.
La temporada regular es larga en general con un total de 82 partidos repartidos a lo largo de siete meses. Si añadimos años especiales como esta misma temporada en la que se jugará el Torneo de Cuatro Naciones o los años que hay JJ.OO. -si Bettman es benévolo y les deja ir-, sin contar con los playoffs, la cantidad de partidos que se tienen que jugar son muchos y aunque a veces se nos olvida, los jugadores son también personas y a veces se nos olvida que tienen que descansar.
Muchas voces empiezan a cuestionar la necesidad de jugar una pretemporada tan larga teniendo en cuenta que después hay una campaña regular de 82 partidos
Aquí surge el debate, si ya tienen que jugar tanto al máximo nivel hasta qué punto es sano que se pasen todo un mes jugando partidos que sólo consigue que se cansen más y pueda haber lesiones importantes.
Aquí una lista de los jugadores que a lo largo de la pretemporada 2024-2025 han sufrido algún tipo de lesión. Son todos nombres importantes y aunque algunas lesiones no han sido tan graves como otras, lo único que hacen es abrir aún más el debate que cada año cuando llega Septiembre vuelve a ponerse en boca de la gente.
Pros
Por supuesto las pretemporadas existen porque tienen sus cosas positivas.
Tiene sentido que antes de comenzar los partidos de la temporada regular, cada equipo tenga la oportunidad de probar qué cosas funcionan y cuales no. Desde nuevos jugadores que han llegado en la post-temporada y nunca han jugado en ese equipo o probar nuevas jugadas sin la presión de tener que ganar el partido.
Además de eso, la pretemporada vale para probar qué prospects están preparados para jugar en el equipo. Los chavales que serán enviados a la AHL pero con opciones a subir en algún momento durante la temporada, aquellos que son mandados a sus equipos juniors o los que claramente se ve que no van jugar.
Y creo que en los últimos años es este último punto para lo que de verdad vale la pretemporada. Cada vez juegan menos los jugadores profesionales -apenas se les ve hasta los tres últimos partidos- y lo que se deja es que los jugadores más jovenes muestren si están capacitados o no para jugar en el equipo.
Contras
Las lesiones.
¿Compensa preparar la temporada si puedes perder un jugador vital para el equipo? Ahí está la pregunta. Si buscas artículos sobre la preparación física del cuerpo, casi todos te van a decir que sí que es necesario pero es verdad que el riesgo que corren los jugadores, a veces, pone en entredicho está realidad.
Además partimos de la base que los jugadores profesionales ya dedican gran parte de su verano a prepararse físicamente (cuando no están jugando al golf) y estar a punto para comenzar la temporada. Está claro que no es lo mismo que jugar con tus compañeros pero la parte física ya está preparada, conectar con los compañeros se puede conseguir al comienzo de la temporada regular.
Otra contra que sin ser tan importante también se le puede achacar a la pretemporada es que a casi nadie le importa. El aficionado sabe que esos partidos no son importantes y por lo tanto no los trata como tal.
Además, el primer mes de la temporada regular nunca es tomado muy en serio. Muchos fans se toman los partidos de octubre como la propia pretemporada. Si tu equipo pierde no es tan vital como cuando lo hace en febrero. Entonces, ¿Es necesario jugar antes de comenzar la NHL cuando los primeros partidos funcionan como preparación?
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