La temporada 1974/75 de Buffalo representa una de las únicas dos veces que el equipo llegó – y perdió – la final de la Stanley Cup
En la campaña 1974/75, los Philadelphia Flyers fueron el equipo que los derrotó, tras una decisiva serie, por 4 a 2. Aún así, el equipo que los Buffalo Sabres llevaron a la final no era para descartarlos. Sus tres principales anotadores sumaron 201 puntos durante la temporada regular y otros 43 en las eliminatorias.
Su increíble capacidad anotadora, mezclada con un cuerpo de porteros muy fuerte y una buena cantidad de drama, los convierte en uno de los mejores equipos en la historia de Nueva York y, fácilmente, en el mejor conjunto en la historia de la franquicia.
Para lo que ofrecía el verano de 1974, los Sabres no hicieron mucho ruido. Su incorporación más importante en la offseason fue la de Danny Gare, a quien seleccionaron 29.º absoluto en el Draft de la NHL de aquel año. Gare se convirtió en una pieza muy sólida del ataque de los Sabres. El año siguiente, fue octavo en el equipo en puntos y se convirtió en uno de los nueve jugadores de los Sabres en anotar más de 50 unidades.
Los Sabres también realizaron un pequeño traspaso cuatro días después del inicio de la temporada regular. Buffalo envió a Gerry Meehan, capitán del equipo, y Mike Robitaille a los Vancouver Canucks. A cambio, recibieron a Jocelyn Guevremont y Bryan McSheffrey. La temporada 1974/75 fue la última para McSheffrey, que jugó en la liga menor toda la campaña excepto por tres partidos. Guevremont, por otro lado, se quedó en Buffalo cinco años. En la campaña 1974/75, se estableció como un defensa sólido con 32 puntos.
La temporada 1974/75 fue dramática para Buffalo. Tim Horton, 42, que jugó con Buffalo apenas 124 partidos, había fallecido el pasado febrero en un accidente de coche. El equipo quedó consternado por la muerte de uno de sus veteranos. En 1996, los Sabres demostraron el valor de Horton para la organización y retiraron su número.
No obstante, ese no fue el único sentimiento que acompañó al equipo al principio del año. Buffalo se perdió las eliminatorias de 1974 después de que Gilbert Perreault, delantero centro estrella de la primera línea del equipo, sufriera una lesión en una pierna. Esto rompió su línea estrella, bautizada como la ‘French Connection’. Sin embargo, la situación también encendió al trío de Perreault, Rene Robert y Rick Martin, que alcanzó su mejor momento en la temporada 1974/75 y sumó 291 puntos sólo ese año.
Posiblemente la mayor historia de la temporada fue la del novato estrella Gare, que anotó 62 puntos en total durante la temporada 1974/75, con sólo 20 años. Únicamente tardó 15 segundos en anotar su primer gol en la NHL en su primer partido en la liga, un hecho que sentó verdaderamente las bases tanto para la carrera de Gare como para la temporada de los Sabres.
El máximo anotador del equipo fue Robert. Jugó el mayor número de partidos de los miembros de la ‘French Connection’ y anotó como resultado algunos puntos más que Perreault y Martin. Sus 100 unidades llegaron mediante 40 goles y 60 asistencias. La temporada 1974/75 supuso plusmarcas en goles, asistencias y puntos totales para Robert.
En enero, los Sabres enviaron a Norm Gratton, 24, a los Minnesota North Stars. A cambio, obtuvieron a Fred Stanfield en un gran intercambio para ellos. Gratton sólo jugó dos temporadas más en la NHL, mientras que Stanfield apareció en 32 partidos para los Sabres en aquella temporada regular y anotó 33 puntos.
En marzo de 1975, los Sabres realizaron su segundo traspaso del año. Enviaron a Garry Lariviere a los New York Islanders. A cambio, recibieron a Gerry Desjardins, un veterano portero que había pasado tiempo tanto en la NHL como en la WHA. Desjardins sustituyó a Gary Bromley en el papel de cancerbero titular del equipo hacia el final de la temporada y durante las eliminatorias.
La ‘French Connection’ no decepcionó tampoco en los playoffs. Perreault y Martin jugaron ambos 17 partidos y acumularon 15 puntos cada uno. Robert únicamente jugó 16 y anotó 13 puntos.
No obstante, la verdadera historia de las eliminatorias fue la de Gare. Tras una prometedora temporada de novato, el extremo diestro se lució en los playoffs. Fue capaz de igualar la anotación de Robert, aunque jugó un partido más. Gare nunca fue capaz de igualar su anotación de la postemporada de 1975. Anotó siete goles, plusmarca de su carrera, y dio seis asistencias en las eliminatorias.
Finalmente, los Sabres fueron derrotados por los Flyers, un equipo que era famoso en aquellos tiempos por su juego físico. Aún así, la temporada en general fue la mejor en la historia de los Sabres. Cada jugador de la plantilla contribuyó a ello. Al final, registraron una diferencia de goles de 114, que muestra su salvaje capacidad anotadora. Su eficiencia ofensiva los llevó al primer puesto en la división Adams y a un eventual título de Conferencia en los playoffs.
Aparte de su extraordinaria capacidad anotadora, los Sabres también tenían un cuerpo de porteros muy fuerte. Antes de que las lesiones le afectaran, Bromley registró 26-11-11. Roger Crozier, suplente, anotó un registro todavía más impresionante de 17-2-1 con un porcentaje de parada de .904 y un promedio de goles en contra de 2.62.
La temporada 1974/75 también fue llamativa. Los Sabres realizaron una serie de movimientos arriesgados, pero todos dieron sus frutos. Empezaron el año traspasando a su capitán desde hacía tres años. También intercambiaron a dos jóvenes promesas. Cada trato parecía ayudar más al equipo. Ya fuera por suerte o por una previsión increíble, parecía que no podían incorporar a un jugador que no produjera.
En general, los Sabres de la 1974-75 fueron uno de los mejores equipos de la historia del hockey en Nueva York. Simplemente no podían ser detenidos una vez empezaban a moverse. Cuando el ataque fallaba, contaban con varios porteros seguros en los que apoyarse. Muy pocos equipos han tenido la capacidad anotadora que tuvo este y muy pocas líneas han sido tan eficientes como la ‘French Connection’ de Buffalo en su mejor momento.