Un año antes, los Nashville Predators habían sido eliminados en la segunda ronda por los San Jose Sharks. Los Predators se quedaron a cero en el último duelo de la temporada y no se parecieron al equipo que había expulsado a los Anaheim Ducks en la primera eliminatoria. Al club parecía faltarle poder ofensivo y eso formaría una parte fundamental de los planes de verano de David Poile, director general.
El movimiento más importante y sorprendente fue el traspaso de Shea Weber, estrella de la franquicia y capitán, a los Montreal Canadiens por el dinámico P.K. Subban. Fue un cambio que conmocionó la liga. Poile también incorporó a otros dos defensas, Matt Irwin y Yannick Weber.
La llegada de Subban mejoró considerablemente una defensa ya sólida, pero existían dudas acerca de cómo congeniaría con Roman Josi, Mattias Ekholm y Ryan Ellis. Muchos vincularon enseguida a Subban con Josi como una pareja rápida, pero el natural de Toronto se asentó con Ekholm, mientras que el suizo formó un tándem con Ellis.
Peter Laviolette, longevo entrenador, alcanzó la marca de las 500 victorias en un triunfo sobre los Minnesota Wild en enero. Nashville no empezó con buen pie la temporada tras un registro de 2-5-1 en noviembre, pero enero fue el inicio de la remontada que les llevó a los playoffs. Laviolette aportó un estilo más rápido que el de Barry Trotz, técnico previo, y el equipo comenzó a encajar.
Viktor Arvidsson y Filip Forsberg empataron en la cabeza del equipo con 31 goles. James Neal sumó otros 23 tantos mientras Mike Fisher aportaba 18 de factura propia. Ryan Johansen lideró el conjunto en asistencias con 47. Ellis anotó el mayor número de goles de un defensa con 16 y Josi contribuyó con 49 puntos, 12 goles y 37 asistencias.
En las eliminatorias, Forsberg marcó el camino con nueve goles, incluido el primer triplete de la historia de la franquicia contra los Chicago Blackhawks. Sin embargo, los Predators obtendrían una ofensiva inesperada por parte de Colton Sissons, que anotó 12 puntos, seis goles y seis asistencias. Pekka Rinne mantuvo si nivel de la temporada regular con un registro de 14-8, un porcentaje de parada de .929 y un promedio de 1,96 goles en contra. El cancerbero finés también cosechó dos porterías a cero.
En las eliminatorias, Forsberg marcó el camino con nueve goles, incluido el primer triplete de la historia de la franquicia contra los Chicago Blackhawks
Nashville entró en los playoffs como último cabeza de serie en general y muchos esperaban que Chicago, primer clasificado, aspirara al título de nuevo. Sin embargo, Rinne y los Predators barrieron sorprendentemente a los Blackhawks en cuatro partidos seguidos. Nashville limitó la normalmente potente ofensiva de los Hawks a sólo tres goles.
En la segunda ronda, los Predators consiguieron la ventaja de campo que no poseían mediante una victoria en el primer choque sobre los St. Louis Blues. Rinne permitió únicamente un tanto en los dos encuentros disputados en el Bridgestone Arena. Los Blues extendieron la serie en St. Louis, pero no pudieron detener lo inevitable y Rinne completó otra brillante actuación.
Nashville alcanzó la final de conferencia por primera vez en su historia y Neal anotó en la prórroga para cerrar el primer triunfo, el más tardío de su postemporada. Los Ducks ganaron el segundo duelo antes de repartirse los dos partidos en la capital de Tennessee. No obstante, Rinne y compañía aumentaron la presión para ganar el quinto y sexto choques y continuar una campaña para la historia. Desafortunadamente, los Predators perdieron a Johansen, su primer delantero centro, para la final a causa de una lesión.
La racha mágica llegó a su fin contra los Pittsburgh Penguins, vigentes campeones, que vencieron en seis partidos. Nashville ganó su primer partido de una final de la Stanley Cup en el Game 3. Los Predators procedieron a empatar la serie a dos, pero Pittsburgh apalizó a Nashville antes de amarrar la Copa en el Bridgestone Arena.
Los Predators no lograron el campeonato que querían, pero fueron capaces de demostrarle al mundo que Nashville es una ciudad de hockey. Periodistas y aficionados rivales elogiaron la atmósfera y los cánticos únicos. La carrera en las eliminatorias probó que el club tenía la oportunidad de ser un aspirante durante mucho tiempo.
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