Los Columbus Blue Jackets entraron en la temporada 2016/17 de la NHL sin grandes expectativas. El equipo venía de una decepcionante campaña en la que únicamente había conseguido 76 puntos. Tal desempeño se convirtió en la tercera selección absoluta en el draft de aquel verano. El punto positivo del curso se produjo en Lake Erie. Los Monsters, filial de Columbus, ganaron la Calder Cup con jugadores de futuro como Zach Werenski, Oliver Bjorkstrand o Sonny Milano en sus filas.
Los Blue Jackets no cerraron grandes adquisiciones para su plantilla profesional durante la agencia libre. Sin embargo, sí que firmaron a un delantero centro trotamundos del que no se esperaba mucho. Sam Gagner terminaría por demostrar lo contrario. Columbus también traspasó a Kerby Rychel a los Toronto Maple Leafs por Scott Harrington y una elección de quinta ronda. Harrington jugaría 22 partidos en la capital de Ohio aquella temporada.
Los Blue Jackets, dirigidos por John Tortorella, comenzaron la temporada regular con un prometedor inicio y se colocaron con 11-5-4 tras los primeros 20 encuentros. Sergei Bobrovsky, providencial, registró las 11 victorias del equipo. El conjunto contaba con la mejor power play de la liga y estaba entre los diez mejores en puntos y goles anotados.
El 29 de noviembre de 2016 empezó algo que nadie vio venir. Los Blue Jackets se embarcaron en una racha de 16 triunfos y establecieron el récord de la franquicia. También quedó como el segundo tramo de victorias consecutivas más largo de la historia de la NHL. Gagner, Brandon Saad y Cam Atkinson promediaron un punto o más por compromiso durante aquel lapso y Bobrovsky ganó 14 de los 16 partidos.
La otra gran historia de la temporada llegó en la segunda mitad, a mediados de enero. La imparable power play de los Blue Jackets desapareció para no volver. Columbus no anotó en superioridad durante nueve partidos y sólo consiguieron un tanto con más hombres sobre el hielo en sus últimos 14 partidos. Pese a ello, Columbus alcanzó los 100 puntos en un curso por primera vez en la historia del club y se citó con los Pittsburgh Penguins en la primera ronda de las eliminatorias.
Mientras que los playoffs de la Stanley Cup no fueron tan bien como esperaba la parroquia de Columbus, la temporada regular fue una grata sorpresa
Los playoffs de la Stanley Cup fueron una decepción para los Blue Jackets. Columbus anotó únicamente un gol en cada uno de los dos primeros partidos y perdió ambos encuentros en Pittsburgh. Cuando la serie regresó a Ohio, se disputó finalmente un partido interesante, pero los Blue Jackets perdieron por 5 a 4 en una doble prórroga. Después de aquella descorazonadora derrota, el equipo respondió y logró su solitario triunfo en la serie delante de su público. Sin embargo, los Penguins cerraron la serie en su pabellón en el quinto partido de la contienda.
Los Blue Jackets estuvieron bien representados en la entrega de premios de la NHL de 2017. Tortorella batió a Mike Babcock y Todd McLellan y ganó el premio Jack Adams. Bobrovsky consiguió su segundo trofeo Vezina por encima de Carey Price y Braden Holtby. El cancerbero soviético también terminó tercero en la carrera por el trofeo Hart tras el ganador, Connor McDavid, y Sidney Crosby. Nick Foligno, capitán del equipo, fue premiado con el trofeo King Clancy y con el premio Mark Messier al liderazgo en la NHL. Por último, Zach Werenski, defensa novato, terminó tercero en la carrera por el trofeo Calder detrás del receptor, Auston Matthews, y el finalista Patrik Laine.
Mientras que los playoffs de la Stanley Cup no fueron tan bien como esperaba la parroquia de Columbus, la temporada regular fue una grata sorpresa. Los Blue Jackets, después de una temporada horrible, dieron un giro de 180 grados y rompieron o empataron 18 récords diferentes de la franquicia, incluidos puntos, victorias, goles anotados y menor número de derrotas. Aquella fue, de lejos, la mejor campaña de los Blue Jackets en su corta historia sobre el hielo de la NHL.
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