En la temporada 2019-20, el Canadiense Corey Perry ponía rumbo a los Dallas Stars tras pasarse 14 años en los Anaheim Ducks, donde logró levantar la Stanley Cup en 2007 y formar parte de una de las líneas más efectivas de la NHL junto a Teemu Selanne y Ryan Geztlaf. De las 14 temporada en los Ducks, once lograron entrar en los Playoffs con Perry en el equipo.
Junto al Santo Grial con los Ducks el palmarés de canadiense no se queda corto a nivel de selección donde logró dos Juegos Olímpicos de Invierno, un mundial de Hockey entre otros. El cambio hacia Dallas en 2019 suponía un nuevo reto en la carrera de Perry.
Perry es el único jugador hasta ahora en perder tres finales consecutivas con tres equipos distintos pero también el primero en jugar cinco finales con cinco franquicias diferentes
Y llegó su primera temporada fuera lo de los Ducks. En Dallas estaban contentos con el fichaje de Perry: “Corey es un guerrero en todos los sentidos de la palabra y su experiencia jugando en grandes situaciones será un gran activo para nuestro grupo“. Dallas llegó a la final de la Stanley Cup dejando atrás a Calgary, Colorado y Las Vegas para caer ante Tampa Bay por un total de 4-2. El sueño de Perry de levantar otra vez la Stanley se quedaba a las puertas.
En la temporada 2020-21, Perry firmaba por un año con los Montreal Canadiens. Con 57 partidos en Dallas la temporada anterior y habiendo perdido la Stanley Cup, el veterano jugador Canadiense volvía a encontrarse a las puertas del Santo Grial, pero otra vez Tampa tiraba por los suelos el sueño de Perry. Con esta segunda derrota consecutiva y con otro equipo distinto, Perry entraba en la corta estadística de dichas derrotas al igualar a James Neal y Marian Hossa que mucho antes habían logrado tal ‘hazaña’.
No es de extrañar que tras firmar con Tampa para la temporada 2021-22, Perry se hiciera la ilusión de “esta vez si” en otra nueva temporada. Habiendo perdido las finales anteriores ante el equipo en el cual militaba ahora y que era claro favorito para alzarse con el título. Pero el destino cruel quiso que el equipo que había dominado la NHL los dos años anteriores, perdiera la final ante los Colorado Avalanche y se convirtiera en el único jugador hasta ahora en perder tres finales consecutivas con tres equipos distintos. Una prueba de que ganar la Stanley Cup no es nada fácil.
Otros jugadores como Gordie Howe también cayeron en cuatro finales, pero nunca en cuatro equipos distintos como si lo hizo Corey Perry
Pero con dicha derrota ante los Avs su raro periplo hacia otras marcas de dudosa valía no hacía más que empezar, el curso 2023-24 lo comenzó en Chicago con los Blackhawks pero tras unos problemas aparentemente extradeportivos fue despedido y repescado más adelante por los Edmonton Oilers. Estos fueron pasando eliminatorias de playoffs hasta colarse en la gran final, aquí cayeron derrotados en siete encuentros ante los Florida Panthers, con esta nueva decepción, Perry pasó a ser el único jugador en la historia de la NHL en perder cuatro finales de la Stanley Cup con cuatro franquicias distintas. Es verdad que ya había varios jugadores (incluso muy destacados como Gordie Howe o Ted Lindsay) en caer en cuatro finales pero nunca con tantas franquicias distintas como Perry.
Nunca es fácil entrar en los libros de historia de la NHL pero algunas veces seguramente sus protagonistas preferirían no haber entrado nunca, este sería el caso de Perry y su ‘maldición’ en las finales.
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