El mundo de la NHL está lleno de rumores, algunos ciertos y otros que nunca acaban de materializarse, uno de los que se van repitiendo cíclicamente trata sobre la posibilidad de una segunda franquicia afincada en la ciudad de Toronto o sus alrededores.
La ciudad de Ontario está considerada como el mayor mercado hockystíco del mundo, sus 6 millones de personas junto a un conocimiento y afición al hockey superior a otras áreas metropolitanas estadounidenses, la hacen muy atractiva a este tipo de especulaciones que aunque nunca de momento se hayan producido realmente, si que ha habido movimientos palpables hacia esa dirección.
En las últimas dos décadas tres proyectos han intentado traer una segunda franquicia, al menos que se hayan tenido constancia entre los medios especializados. El primero fue obra del magnate de la comunicación (en su momento) Jim Balsillie, el cuál trató infructuosamente mover a los Penguins, Predators y Coyotes hacia la ciudad de Hamilton vía recolocación, algo que nunca fue bien visto por la propia liga.
Después vendría la ‘arena en Markham‘, otra ciudad limítrofe con Toronto que presentaba un proyecto para construir un nuevo pabellón con capacidad para 20,000 espectadores con la fuerte intención de hacerse, ahora sí, con un equipo NHL. La idea cogió fuerza pero varios contratiempos además de la inseguridad de asegurarse plenamente y de forma oficial una franquicia NHL hizo que algunos inversores se ‘esfumarán’ e hicieran caer la idea gradualmente. La liga ni los Leafs estaban mucho por la labor de permitir que dicho proyecto fuera para adelante.
Finalmente aparecería la última intentona, hasta el día de hoy, para que Toronto y su área metropolitana tuvieran una alternativa a los Maple Leafs dentro de la NHL. En 2019, un conglomerado de personas bajo el nombre de Toronto Legacy Sports & Entertainment presentarían oficialmente ante Gary Bettman, mandamás de la liga, la intención de hacerse vía expansión (tras Seattle) con la franquicia número 33.
Su arena, financiada al 100% con fondos privados, se hubiera convertido en la pista dedicada al hockey además de otros usos con un mayor aforamiento del mundo, incluso tenían ya pensado el nombre del nuevo equipo: Toronto Legacy Aces. La instalación se hubiera ubicado solamente 20 kilómetros al norte del ScotiaBank Arena, hogar de los Maple Leafs. Finalmente y tras una reunión con Bettman y Daly, la idea no fue a más tras comprobar que la NHL después de expandirse hasta las 32 franquicias y hacer un completo realineamiento de sus conjuntos, no deseaba más movimientos a corto o medio plazo.
Oposición de Leafs y Sabres
Aunque la liga no se ha mostrado nunca muy abierta a traer una nueva franquicia al ‘Gran Toronto’, las presiones más fuertes han venido casi siempre en primera instancia de los Leafs y en menor medida de los Sabres. Los primeros, aún siendo uno de los conjuntos con un mayor valor económico de la NHL, tienen un completo monopolio del hockey profesional de la ciudad y eso es algo que no desean perder.
Por su parte, los Sabres tienen un 15/20% de abonados canadienses, pudiendo perder esta fuente de ingresos en caso de que estos mismos fans tuvieran otra opción NHLera más cerca de su casa.
En una zona que respira hockey y donde conseguir entradas para ver a los Maple Leafs es casi imposible, mucha demanda junto con una cantidad de asientos considerable en manos de las empresas, contar con otra franquicia en la ciudad podría ayudar a ‘desencallar‘ este tema aún yendo a contra corriente de los intereses de los Leafs.
Un segundo equipo traería competencia en los precios, seguramente más abordables para las ‘arcas’ familiares, además de que si Nueva York y Los Angeles cuentan ya con dos o tres conjuntos NHL en sus respectivas áreas metropolitanas, ¿porqué el mayor mercado hockystíco del mundo no puede? Esto es algo que lleva años cocinándose en las diferentes cocinas de la rumorología, muchas veces creadas más por las expectativas de los aficionados que de la propia realidad, aún así, si la NHL decide abrir de nuevo el melón de las expansiones la ciudad de Toronto aparecerá seguro en las quinielas para hacerse con un segundo equipo.