Terrace House es un reality show japonés en el que un grupo de jóvenes que mudan a la misma casa. Es una especie de Gran Hermano, con la particularidad de que no están encerrados en la casa, sino que los protagonistas tienen que seguir yendo a su trabajo y el programa nos muestra también otras facetas de su vida.
Y ahí entra el hockey, porque la edición Terrace House: Opening New Doors, rodada en Karuizawa, muy cerca de Nagano, tiene a una jugadora de hockey profesional: Tsubasa Sato, nacida en 1993, jugadoras de las Karuizawa Fairies y que llegó a participar en el Training Camp de las Connecticut Whales (PHF) hace unos años.
Durante los primeros 21 capítulos de este programa, podemos ver el día de esta jugadora, la capitana de su equipo, que es fan de los Chicago Blackhawks (aunque también podemos verla a lo largo de la serie con camisetas y gorras de los Edmonton Oilers, Calgary Flames, New York Rangers y Pittsburgh Penguins) y sueña con jugar en el equipo nacional de Japón.
En general, el foco del programa son las relaciones románticas entre los habitantes de la casa. El objetivo de la gente que va es encontrar pareja, aunque también es una oportunidad para lanzar su carrera (sobre todo, si son modelos o cantantes). En el caso de Tsubasa Sato, la trama principal es su (posible) relación con Shion. Sin embargo, eso no les resta importancia a sus entrenamientos, especialmente conforme se acerca el campeonato nacional de 2018, en el que se enfrentaron a las Makomanai Ladies, partido que el programa muestra con mucho detalle y cuidado. Incluso en sus citas se puede ver la pasión de Tsubasa por el hielo y el deporte, pues suele elegir actividades como el patinaje.
Incluso en sus citas se puede ver la pasión de Tsubasa por el hielo y el deporte, pues suele elegir actividades como el patinaje.
¿Merece la pena verlo?
Yo la vi porque me dijeron que salía una jugadora de hockey, la verdad, y no me arrepiento. Eso sí, si no os gustan los realities, es posible que se os haga pesado todo lo que pasa que no tiene que ver con Tsubasa, porque hay cinco personas más en la casa y la atención se distribuye de manera bastante homogénea.
Sin embargo, este programa nos trae una visión diferente a la que estamos acostumbrados, porque no se trata de algo específico de hockey, pero eso también abre la puerta a ver más a los jugadores como personas, no solo como máquinas de marcar goles. Además, Tsubasa Sato juega en un nivel muy diferente a la NHL, pero se siguen viendo la pasión y el esfuerzo que hay detrás sin importar la liga y eso es siempre positivo.
Si os interesa, está disponible en Netflix y a Tsubasa Sato la podéis seguir en Instagram.