En mi última entrada os hablé de Goon, una película que me encanta y que he visto muchísimas veces. Hoy os traigo su segunda parte, Goon 2: The Last of Enforcers (El último de los enforcers).
En esta película, estrenada en 2017, Jay Baruchel vuelve como escritor (con Jesse Chabot), y debuta como director. En el reparto, Seann William Scott, Alison Pill y Marc-André Grondin retoman sus papeles protagonistas como Doug, Eva y Xavier. También vuelven Liev Schreiber como Ross, el enforcer legendario al que se enfrenta Doug en el clímax de la primera parte, y gran parte del equipo. Además, al elenco principal se une Wyatt Russell en el papel de Anders Cain.
Como la anterior película, esta tiene muchos cameos de jugadores actuales y retirados (¡y jugadoras!). En la hora y media que dura la película podemos ver a Tessa Bonhomme, Tyler Seguin, Michael Del Zotto, Brandon Prust, George Parros, Colton Orr y Georges Laraque.
La historia
Un tiempo después de los eventos de la primera película, un Doug lesionado en una pelea decide retirarse y buscarse un trabajo más estable para prepararse para el nacimiento de su hijo. Mientras Doug intenta acostumbrarse a su nueva triste vida, el equipo tienen problemas sin él, lo que lleva al dueño a traer a jugadores nuevos, entre ellos, su hijo, que resulta ser el que lesionó a Doug y que tiene problemas de control de ira (entre otras cosas).
«Entonces evolucionas, cambias tu juego, haces lo que tienes que hacer con el tiempo que tienes. Si no, te extingues. Evolucionar o extinguirse. ¿Estás listo para extinguirte?»
Xavier Laflamme
Doug tendrá que encontrarse a sí mismo, reconocer quién es y qué quiere hacer con su vida, y el equipo tendrá que esforzarse por volver a ser lo que eran.
¿Me gustó o no?
La película se parece muchísimo a la primera parte: mantiene el tipo de humor algo basto y el nivel de violencia. Sin embargo, lo que resultaba llamativo y hasta novedoso en la anterior, en esta se hace un poco repetitivo. La trama no tiene la misma fuerza que la anterior, con lo que el equilibrio entre chorradas divertidas, violencia y una historia que enganche y emocione a la vez no se mantiene. Además, no aporta nada nuevo sobre la figura de los enforcers.
En general, es una película que está bien para verla una vez y pasar el rato, pero no puedo decir que cumpliera con mis expectativas. No está a la altura de la primera parte y simplemente sirve para reforzar la idea de que el hockey son peleas y poco más.
Eso sí, tengo que reconocer que intentar encontrar los cameos de la peli es muy divertido. Si la veis, contadme si los habéis encontrado todos.