Dominik Hasek aterrizó en Detroit en el verano de 2001 mediante un traspaso desde los Buffalo Sabres, donde había dejado un legado indiscutible aún a día de hoy entre los palos. En aquella offseason, los Detroit Red Wings ensamblaron las piezas de un equipo que, a la postre, ganó la tercera Stanley Cup de la franquicia en apenas seis temporadas. Sin embargo, el impacto del curtido Hasek en aquella plantilla la elevó al recuerdo perenne de los aficionados de la Ciudad del Motor.
Desde el momento en que llegó hasta que dijo adiós, otros porteros se vistieron para Detroit, pero bien por su carisma, su estilo de juego o su máscara, ninguno dejó huella como Hasek. No obstante, ‘The Dominator’ no era un desconocido para el gran público, ya que había ganado su tercer trofeo Vezina en 1999, campaña en la que Buffalo cayó en la final de la Copa ante los Dallas Stars. Con 37 años y con poca arena restante en el reloj, su traspaso a Detroit fue un movimiento importante y que resultó clave para que Hasek consiguiera su anillo.
El interludio
Dominik Hasek cerró – provisionalmente – su cuento de hadas con las áreas azules de la NHL como los grandes jugadores y se retiró tras el triunfo en 2002. Aquella época exitosa de los Red Wings llegaba poco a poco a su fin. Piezas clave como Luc Robitaille o Sergei Fedorov hicieron las maletas para marcharse al oeste mientras una nueva ola de talento rompía en el Joe Louis Arena encabezada por Pavel Datsyuk o Henrik Zetterberg, los ‘Mellizos europeos’.
Detroit encadenó una nueva era en la que no sólo dominó en el marcador, sino también con su juego sobre el hielo. Manny Legace y Chris Osgood se repartieron la labor de defender la portería del equipo en el curso 2005-06. Pese a las 37 victorias en 51 titularidades de Legace, los Red Wings salieron a las primeras de cambio de los playoffs eliminados por los Edmonton Oilers. Después de tres decepcionantes ejercicios seguidos en las eliminatorias tras la Copa del 2002, la franquicia reconoció que necesitaba un cambio. Y, en ese momento, se acordó de un viejo conocido.
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El reencuentro
Durante la temporada 2005-06, Dominik Hasek jugó para los Ottawa Senators en su primera temporada completa después de regresar del retiro. El nacido en Pardubice, entonces Checoslovaquia, ganó 28 de sus 43 titularidades y dejó una buena impresión durante el proceso. Los Red Wings necesitaban un cambio en la portería y el guardameta un nuevo contrato. Sin más, Ken Holland, director general, anunció la vuelta de Hasek a ‘Hockeytown’ el último día de julio del 2006.
Pese a sus 42 años, ‘The Dominator’ complementó a la perfecció a los ‘Mellizos europeos’. Conocido por sus acrobáticas paradas y un estilo agresivo, el cancerbero se aseguró de emocionar a los aficionados de los Red Wings una vez más, como antaño. Tras la consecución del undécimo campeonato de la franquicia en 2008, del que el checo forma parte, Hasek se retiró de una vez por todas.
No obstante, su impacto en el hockey va más allá de los títulos. Su número cuelga del techo en cada partido de los Sabres en Búfalo, pues queda como el mejor portero de su historia. Asimismo, el portero es profeta en su tierra, como demuestra el amplio número de guardametas salidos de la República Checa con ‘Hasan’ como referente. Ejemplo de ello es Petr Mrazek, de los Chicago Blackhawks, que continúa el linaje iniciado por Dominik Hasek.