El primer título de este artículo rezaba auge y caída, pero cada vez que lo miraba, sentía que no debía poner la palabra caída. Sí, su caso en el Draft fue una caída respecto a lo que todos esperábamos, y una caída respecto a lo que se pronosticaba años atrás. Pero hablar de caídas en chicos de 18 años me parece demasiado atrevido, más cuando sabemos del talento que hay en la mente, manos y patines de Kiviharju. Así que cambié la palabra a redención, porque es lo que quiere demostrar Kiviharju a todos.
Las previsiones más tempraneras del Draft ponían a Aron Kiviharju entre los más destacados de la promoción, antes que esta fuese un duelo entre Eiserman y Celebrini para que este último acabase reclamando el trono del primer puesto de manera unánime. Desde las publicaciones de aficionados -recibiendo esta una respuesta de “Kiviharju será el primero“, hasta las más conocidas. Bien es cierto que esas primeras posiciones se fueron difuminando un poco, pero aun así, estaba en la parte más nombre de la promoción. Pero Aron Kiviharju tuvo que esperar hasta el puesto 122 del Draft para escuchar su nombre. Ni en los escenarios más pesimistas imaginábamos tener que esperar tanto para verle salir a escena.
El joven finlandés pasó de ser considerado aspirante a top 3 del draft a ‘caer’ hasta el puesto número 122
Durante el momento de su elección, el rostro de Kiviharju dibujaba un semblante serio, de quien estaba procesando todo lo que le pasaba por la cabeza en ese momento. Lo que para muchos es un motivo de enorme alegría, para Kiviharju era una sensación agridulce. Es cierto que ya no era considerado el número uno, mucho había pasado ya desde entonces y es algo que el jugador seguro tenía claro. Tampoco un candidato para estar entre los más altos, ya que las listas públicas hacía tiempo que no le situaban en la zona alta, y su presencia el primer día estaba en duda al ser una promoción con un volumen muy alto de proyectos defensivos, pero nadie esperaba tal caída.
“Déjame decirte una cosa, tío (…) Acabas de hacer el mayor robo de este Draft, eso te lo prometo” eran las palabras de Kiviharju dirigidas a Bill Guerin nada más llegar a la mesa de los Minnesota Wild. Entre los allí presentes, esa energía causó buena impresión. O como mínimo causó impresión, la verdad. Había energía en sus palabras, que más tarde ocuparon los titulares de algunos artículos.
En estas posiciones, hay un sentimiento de simplemente demostrar que puedes estar, en la medida que sea posible, pero que lo puedes alcanzar. Pero el sentimiento de Kiviharju va más allá, va de demostrar a todos que es de los mejores, como un día fue considerado.
¿Por qué ha salido escogido tan tarde Aron Kiviharju?
- Una temporada marcada por las lesiones
Lo que inicialmente fue una previsión de cuatro meses anunciada por su club acabaron siendo más de seis meses y una vuelta al hielo un tanto forzada para poder estar a tiempo en los U18 Worlds que se disputaban en Finlandia y supondrían un buen escaparate para que los scouts viesen como estaba el jugador después de todo este tiempo fuera, y ver como había trabajado durante esta ausencia. “Nunca he sido el más fuerte ni el más corpulento, así que fue una buena oportunidad para trabajar más y fortalecer la pierna que no estaba lesionada”. Además también del aspecto mental, porque para estos chicos, una ausencia les supone una pérdida de exposición y un tiempo de formación clave para sus futuras aspiraciones profesionales, y Kiviharju venía de haber ido saltando etapas de manera rápida.
No solo eso, sino que durante su regreso en los U18, estuvo cerca de quedarse fuera de combate muy pronto ya que una acción con un jugador de Letonia le provocó un corte en la cara que en sus propias palabras, “tenemos que dar gracias a Dios que eran 5 centímetros de este lado en lugar de este otro lado” mientras se señalaba el esparadrapo que cubría su herida. Parecía que el destino no le iba a permitir estar sano en la temporada que más miradas iba a tener encima. Por muy fuerte que seas mentalmente, por muy dedicado, evidentemente estas cosas tienen una afectación física, moral, de feeling sobre el hielo que ha acabado notando.
- La demanda de altura juega en su contra
Puede ser una de las promociones donde más ha jugado el factor altura en la consideración de las elecciones. El tan nombrado “you can’t teach size” se ha hecho muy fuerte entre los directivos de las franquicias y también hizo mella en un defensa de 5’9″/10″. El arquetipo buscado para todas las posiciones es la de un jugador grande, de envergadura, y esta promoción ha sido una fotografía más que perfecta de la tendencia imperante, a través de todas las rondas. Hasta la séptima ronda se fueron talentos ofensivos de menor estatura como Mac Swanson (5′8″). La tendencia es inversa, mientras que se van reduciendo los jugadores que miden menos de 6’0″, están aumentando los que miden más de 6’4″
- Su vuelta no impactó tanto como se esperaba
Este apartado puede ser quizás el más cruel, ya que Kiviharju disputó los U18 con evidente falta de ritmo de partidos y una recuperación que no había finalizado, pero el jugador quería estar, aseguró estar listo físicamente para disputar la competición y se vistió con sus compatriotas. Pero si sumamos las ganas que había de verle, con la importancia –que no debemos darle– de estos eventos para los ojeadores y las expectativas, la actuación de Kiviharju se quedó muy discreta.
Kiviharju no tuvo la mejor puesta en escena después de regresar de la lesión
Para un jugador que acababa de volver bien, para todo lo que esperábamos no. Que gran parte de la culpa está en eso, en todo lo que esperábamos, pero en nuestra mente jugaba el recuerdo de un Kiviharju que había sido considerado número uno de la promoción. Que también gran parte de la culpa está en eso, en esa consideración tan temprana cuando no podemos asegurar nada de lo que pueda pasar en chicos de tan temprana edad. Pero el caso es que todos ellos han sido factores que han influido.
- Unas cualidades menos visibles
Es una reducción que no debemos hacer, pero al final, los puntos son también un indicador de producción que ha jugado en la contra del jugador finlandés. Dos puntos en siete partidos de Liiga es un registro escaso, si bien como se puede ver en el vídeo, el tanto que marca es precioso, como se mueve muy inteligente desde la línea azul por el ala izquierda y corta hacia adentro para marcar aprovechando la pantalla de su compañero. Tres asistencias en cinco partidos del U18 son un registro escaso. Y bien es cierto que Kiviharju destaca por ser un defensa cerebral, de los que pueden organizar y manipular rivales con la mirada, y esa capacidad de salida de los defensas es algo que trabajan muy bien desde Finlandia, pero pueden ser cosas que no se trasladen en puntos:
El propio jugador es consciente que le quedan como mínimo dos años para poder estar en el punto deseado. “Primero tengo que abrirme paso en la liga y luego pasar a otro nivel”. Apenas pudo disputar esta temporada siete partidos con HIFK, equipo al que aterrizaba después de entrar en profesionales con TPS, que no solo le dieron experiencia Liiga sino también partidos en Champions. Todavía no se ha asentado en Liiga, por lo que es demasiado pronto para pensar en siguientes pasos. Asentarse, mejorar el rendimiento, y después podremos pensar en más. Pero está claro que le sobra carácter, condiciones para este deporte tiene más que de sobra, porque en su cabeza está el juego, está la inteligencia, sabe moverse, pero debe dejar atrás unas cuantas vallas, unos más interrogantes, romper moldes y demostrar a Bill Guerin que, de verdad, escogió al robo del Draft.
Te puede interesar…
Cargando ...
