Recientemente fallecía la leyenda y Hall of Famer de los Chicago Blackhawks, Bobby Hull, a los 84 años. Jugó 15 temporadas para los de Chicago, ganando el campeonato del 61.
Además de jugar todas esas campañas con los ‘Hawks, defendió también los colores de los Jets y los Whalers de forma anecdótica con 41 años. Durante siete campañas se fue a jugar en la WHA, liga que se creó para plantar cara y competirle a la mismísima NHL. Con afán de atraer a las grandes estrellas de la NHL, tuvo un recorrido muy corto que solamente duró esas siete temporadas que jugó el propio Hull.
El jugador fue el estandarte del proyecto de la liga, reclamando lo que era suyo fue capaz de levantar la voz y que el resto de jugadores dejaran de aceptar sueldos paupérrimos en la NHL, en la que los propietarios infravaloraban el valor de sus jugadores y que gracias a Hull -en parte- y su movimiento de una liga a otra con varias ruedas de prensa y dejando titulares claros acerca de cómo de explotados se sentían los jugadores, todo tomó un aire más profesional y mejor pagado.
Aún y su esfuerzo para que la liga avanzara y cogiera notoriedad, se quedó bastante solo.
El apodado Jet Dorado (por sus cascos de ese color y su melena rubia) terminó su carrera en la National Hockey League con 1063 partidos a sus espaldas en los que anotó 610 goles y repartió 560 asistencias para un total de 1170 puntos.
Fue el primer jugador de la NHL en alcanzar los 50 goles en una sola temporada.
Dicho hito lo conseguiría en 4 ocasiones más. Fue pionero en usar un stick curvo (se contabilizó que su slapshot alcanzaba las 119m/s. Además de ser All-star en 12 ocasiones y dos veces MVP de dicho encuentro. Un auténtico crack del hockey que vio su legado ensombrecido debido a sus comentarios y acciones que le llevarían al ostracismo mediático.
Lleno de acciones polémicas
Hull fue denunciado por dos de sus tres mujeres por violencia doméstica. Además, acarreaba una imagen racista por varios comentarios que llegó a hacer públicamente.
La NHL ha sido criticada duramente estos últimos años por la manera en la que supuestamente lleva los problemas relacionados con las agresiones sexuales, el racismo o cualquier acción punible para miembros de la liga. La hermeticidad, ocultación de información y criterio sibilino han estado en boca de muchos.
Un comportamiento fuera del hielo nada educativo y totalmente reprochable
Recordemos el caso de los mismos Blackhawks que tienen todavía sobre la mesa con la acusación de agresión sexual de 2010 en la que un entrenador de video involucrado termina con una demanda de un ex-jugador del equipo y varias salidas de ejecutivos de la franquicia.
Volviendo a Hull, natural de Ontario, coincidió en el tiempo con el despliegue televisivo de la liga, lo que le llevó al estrellato y se convirtió en la imagen de la liga en muchos anuncios y campañas. Varias de las campañas iban dirigidas a las mujeres para acercar el deporte al sector femenino de la población.
Aquí tenéis la icónica foto que dio la vuelta al territorio en su día:
Pero si nos vamos al lado más oscuro de Hull, encontraremos declaraciones de su primera mujer Joanne McKay en la que asegura que recibió una paliza en la que llegó a temer por su vida, llegándola a exponerla al vacío del balcón de un hotel en el que ella pensó que no salía con vida, ensangrentada tras golpearle Hull con sus propios zapatos de tacón.
Su segunda esposa, Debora Hull, no quiso testificar ante la acusación de agresión y asalto y por eso le fueron retirados los cargos policiales, pero era sabido que Hull y su temperamento eran un problema. Curiosamente, el propio Hull se declararía culpable de agredir a un agente de policía el día en que esto ocurrió y el agente quiso intervenir.
A todo esto, sumémosle los problemas con sus comentarios racistas y antisemitas citando positivamente a Hitler en una entrevista en 1998 en la que haciendo apelación al crecimiento de la población negra (que él opinó que crecía demasiado rápido), incidía en que Hitler tuvo buenas ideas aunque fue demasiado lejos.
Con todas estas historias a sus espaldas, en 2008 los Chicago Blackhawks le harían embajador del equipo junto a su compañero de equipo Stan Mikita (Hall of Famer). Pero el año pasado debido a una reestructuración de qué espera la organización de Chicago de un embajador, comunicó que Hull dejaba el cargo de mutuo acuerdo.
La NHL “lo apartó” de los actos más pomposos de la liga evitando así verse inmersa en las polémicas de Hull
Tras la muerte de Mikita en 2018 y Esposito en 2021, solamente quedan Chris Chelios y Devin Savard como embajadores del equipo.
Hull fue uno de los mejores jugadores de la liga en su época, y a nivel global, podría estar en el mismo saco que los Jagr, Gretzky, Orr, Howe, etc. Pero la propia liga ya se encargó de apartarlo y no juntarlo con los mejores de la historia.
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