Hace apenas dos años, los Buffalo Sabres tenían problemas. Pero eran problemas que iban más allá de lo visible por el aficionado, esos que podías ver reflejado en un Rasmus Dahlin triste, desacertado, sin atrevimiento. Esos que podías ver en el cruce de teorías a la hora de tratar la lesión de Jack Eichel, la pieza central del esqueleto Sabres en ese momento. Esos que van más allá de problemas de lesiones, malas decisiones contractuales, en traspasos, en desarrollo. Eran problemas internos, con la dirección, un ambiente interno descrito como “cultura tóxica”.
En el momento que se estaba escribiendo este artículo, Buffalo iba con un .571 (26-19-4) y un 6-2-2 en los últimos 10 partidos, situándose en cuarta posición (finalmente no se clasificaron para los playoffs) de la Atlantic por detrás de los Lightning, y por delante de Florida, con dos puntos más y tres partidos menos. Realmente, todavía hay camino, pero si tenemos en cuenta de donde venimos, es una absoluta alegría. Pero ya no son solo los números de la clasificación, ver a Buffalo ahora mismo se ha convertido en una alegría.
Thompson y Dahlin lideran el nuevo proyecto de los Sabres
El primer paso está siendo el acierto en los despachos. Las renovaciones de Tage Thompson y Mattias Samuelsson en un primer momento parecieron muy extrañas pero se están convirtiendo en todo un acierto. Thompson firmó $50M por siete temporadas, a raíz de una explosión en rendimiento que le hizo pasar de 14 puntos en 38 partidos a 68 puntos en 78 partidos. Era una muestra muy pequeña, podía haber sido un outlier pero Buffalo no lo vio así y ahora recoge los frutos, ya que Thompson lleva los mismos puntos (68) en tan solo 49 partidos. Atacante de 6’6″ que es capaz de hacer cosas que parecen imposibles en pequeños espacios, con unas manos prodigiosas y un mundo por delante. Samuelsson firmó por los mismos años a valor de $30M, y en su caso todavía no había disputado ni una temporada NHL al completo (54 partidos entre dos temporadas). Firmaban a un proyecto a precio de buena realidad. En su caso ha tenido problemas físicos, pero ha dado chispazos de tener entre manos a un defensa de absoluto nivel, inteligente en la lectura situacional atrás y con movilidad.
Aquí podéis ver una muestra perfecta de las manos de Tage Thompson en espacios reducidos, en lo que puede ser con toda seguridad uno de los goles de la temporada:
El Draft ha pasado de ser una quimera a ser un punto clave de refuerzo. La elección de Alexander Nylander en el 2016 no fue un acierto para nada, aunque con el tiempo se han acabado quedando de esa primera ronda con Tage Thompson. Mittelstadt en 2017 tampoco ha resultado ser todo lo que se esperaba, pero mínimo está siendo un miembro útil de la rotación. Tampoco se sacaba profundidad ni rotación, si no se acertaba con las primeras, el resto ya imposible. Pero en 2017 cambió la suerte y en los últimos años la tendencia positiva ha sido remarcable.
Selecciones destacadas desde 2018
| Año | Pick | Jugador | Posición | Procede |
| 2018 | 1 | Rasmus Dahlin | D | Frolunda HC [SweHL] |
| 2018 | 32 | Mattias Samuelsson | D | U.S. National Under-18 [USHL] |
| 2019 | 7 | Dylan Cozens | C | Lethbridge Hurricanes [WHL] |
| 2020 | 8 | Jack Quinn | RW | Ottawa 67’s [OHL] |
| 2020 | 34 | John-Jason Peterka | RW | Munich EHC [DEL] |
| 2021 | 1 | Owen Power | D | U. of Michigan [Big-10] |
| 2022 | 9 | Matthew Savoie | C | Winnipeg Ice [WHL] |
| 2022 | 16 | Noah Ostlund | C | Djurgardens Jr. [Swe-Jr] |
| 2022 | 28 | Jiri Kulich | C | Karlovy Vary HC [Czech] |
| 2022 | 13 | Zachary Benson | LW | Winnipeg Ice [WHL] |
Buffalo ha sido una de las franquicias que ha apostado por el mercado ruso en momentos de duda, sumando en los dos últimos años los derechos de: Prokhor Poltapov, Alexander Kisakov, Stiven Sardarian, Nikita Novikov, Viktor Neuchev, Vsevolod Komarov. Mucha atención a Neuchev que lo está haciendo muy bien en KHL, mientras que Kisakov viene con una buena reputación de anotador. Evidentemente no llegarán todos, y no hay espacio para tantos jugadores en una rotación, pero también hay que contar a Isak Rosén, Matthew Savoie, Noah Östlund, Jiri Kulich, que lo hizo muy bien en estos últimos World Juniors, el portero Topias Leinonen, que puede hacer buena dupla con Luukkonen, quien parece que está ganando momentos en NHL. El resumen es que el Draft ha vuelto a ser una vía de refuerzo importante para los Sabres.
Han recuperado una de sus señas de identidad, y es el excelente rendimiento en Power Play. Los Sabres eran uno de los equipos que mejor ejecutaba la 1-3-1 en superioridad, con Dahlin dirigiendo desde la línea azul y Olofsson, uno de los mejores remates de la competición, en el ala listo para castigar, con Eichel haciendo las veces de director atrayendo rivales y generando peligro. A día de hoy, son el cuarto equipo de la NHL en efectividad durante la superioridad con un .259, y los primeros en goles a favor por partido. Si encuentran el equilibrio con la defensa de la inferioridad, que está entre las menos efectivas de la competición, será el combo perfecto. Pero no se construyen ciudades en un día, necesitan un tiempo, si bien estos problemas ya estaban años atrás.
En cuanto a contratos todavía tienen sus cosas. Jeff Skinner tiene 30 años y ocupa el 10,9% del cap actual de los Sabres, con un cap hit de $9M hasta la temporada 26/27, un contrato prácticamente imposible de mover, más si contamos que tiene una cláusula de no movimiento. La parte positiva es que los $6M de Okposo se acaban esta temporada, los $4,9M de Bishop también, y pueden dejar un hueco útil para afrontar renovaciones como la de Dylan Cozens, que acaba este año su ELC. Todavía no se han iniciado las conversaciones, pero viendo cómo han apostado por Thompson & Samuelsson, no sería raro que siguiesen una ruta similar con Cozens. Manejar bien este espacio será clave, y de momento está siendo una de las señas positivas de identidad de los Sabres desde los despachos.
En materia de traspasos, y en este caso es opinión completamente personal, todavía parece que no han dado con la tecla, alternando buenas decisiones con otras un poco menos. El más positivo desde mi punto de vista es esquivar la bala de Rasmus Ristolainen a cambio de Isak Rosén y una segunda ronda del próximo Draft. También entró Hägg pero se marchó en otro traspaso a cambio de una sexta ronda que acabó siendo Gustav Karlsson. La salida de Eichel dependerá de ver cómo explota Östlund, pero todo apunta que Krebs se quedará como un aprovechable middle-six. La de Reinhart ha acabado trayendo a Kulich que apunta muy bien. Se han obtenido piezas de futuro por jugadores de presente, pero también dependerá de cómo acaben saliendo estos jóvenes.
Construir una columna vertebral lleva un tiempo, y el momento de explosión es imprevisible
Esta temporada hemos visto ese caso en lo Devils, que está viendo como el tiempo y las piezas cuadran. Una buena base te da años en posiciones altas, como podemos ver en los Bruins, o en los Lightning. Estar en posiciones altas no te asegura éxito, como en el caso de los Leafs, pero te pone más cerca. Cuando estés arriba, no te debe dar el vértigo, como en el caso de los Panthers, o de los Hurricanes, y antes de desquitarse con el título, de los Avalanche.
Por detrás vienen equipos con los mismos planes, como los Red Wings, quienes también vienen construyendo, en su caso por la vía sueca, como comentamos, o los Kings. Pueden aparecer equipos que en cualquier temporada inesperada te den un susto, como los Kraken este año. No podemos predecir el futuro, pero sí que podemos disfrutar ahora mismo con un juego dinámico como el de los Sabres, donde todos hacen un gran conjunto y cualquiera de ellos puede dar esa chispa de calidad para dejarnos un momento para el recuerdo.
Te puede interesar…
Cargando ...
