Connect with us

Historia

‘Captain Kirk’, la historia del hombre que vivió a la sombra de Lemieux

Kirk Muller es considerado una de las grandes figuras de los Canadiens campeones de 1993.

En 1984, la por entonces yugoslava ciudad de Sarajevo, fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno. Y en términos de hockey sobre hielo fue un torneo que quedará para el recuerdo por la medalla de oro lograda por la Unión Soviética donde, entre otros, militaba el mítico Viacheslav Fetichov, además la plata cayó en manos de Checoslovaquia y el bronce fue para Suecia. La medalla de chocolate, es decir el cuarto puesto, fue a parar a la selección de Canadá donde militaba nuestro personaje de hoy: Kirk Muller, apodado ‘Captain Kirk’ (Capitán Kirk).

Aquella selección canadiense era muy joven no en vano diecinueve de los veinte jugadores tenían 23 años o menos. Solamente Warren Anderson con 31 años hacía que la media de edad estuviera más alta. Y, como ya he dicho, en aquel equipo militaba el bueno de Muller, aunque con los tres puntos en los seis partidos que disputó podemos decir que no fue su mejor torneo. Tal vez influyera la polémica entre su equipo de entonces, los Guelph Platers, y la federación de Canadá ya que el cuadro de Ontario no quería perder a su jugador durante una parte importante de la temporada para que este disputará los Juegos Olímpicos.

Tras unas semanas de tensiones y negociaciones el jugador pudo desplazarse hasta la ciudad yugoslava y ser parte de aquella expedición canadiense y ¿quién sabe? Posiblemente su presencia en aquellas olimpiadas le permitió subir enteros en el draft que tendría lugar meses después y en el que fue elegido por los New Jersey Devils en segundo lugar, solamente superado por un tal Mario Lemieux.

Los primeros años de ‘Captain Kirk’ en la NHL fueron sencillamente extraordinarios

Kirk Muller nació en la ciudad de Kingston, en Ontario. Una ciudad conocida como ‘Limestone city’, es decir la ciudad de la piedra caliza. Al parecer es una localidad que cuenta con numerosos edificios históricos construidos con esta piedra cuyas características principales son su durabilidad y su facilidad para adaptarse a cualquier ambiente a pesar que con el tiempo se agrieta. Y creo que no hay mejor definición para Kirk Muller que esa de la piedra caliza. Un total de 19 temporadas en la NHL con 1349 partidos disputados (el 51º en la historia de la NHL) avalan su durabilidad. Y aunque fue perdiendo fuelle con el paso de los años, es decir aunque fue agrietándose, se adaptó más o menos bien en cada equipo por el que pasó (New Jersey Devils, Montreal Canadiens, New York Islanders, Toronto Maple Leafs, Florida Panthers y Dallas Stars).

Muller en los Devils | NHL.com

Tal fue su impacto en la mejor liga del mundo que con 21 años ya tenía el estatus de capitán de los New Jersey Devils. En su primer año disputó 80 encuentros y logró 54 puntos gracias a 17 goles y 37 asistencias. Estos números mejorarían con el paso de las temporadas. En la 85-86 logró 66 puntos en 77 partidos, en la 86-87 alcanzó los 76 puntos y en la 87-88 llegó a los 94 puntos con 37 goles y 57 asistencias, algo que ayudó a que su equipo alcanzará la final de Conferencia aunque cayó por 4-3 ante los Bruins de Boston. En las siguientes tres temporadas mantuvo su nivel firmando 74, 86 y 70 puntos, aunque los Devils no llegaron a ser aspirantes a la Stanley Cup.

Campeón de la Stanley Cup

En 1991 fue traspasado a los Canadiens de Montreal junto con Roland Melanson a cambio de Tom Chorske y Stephane Richer. En territorio canadiense se volvió a ver a la mejor versión de Muller, los 77 puntos que logró en su primera temporada fueron un buen indicador de lo que vendría en la campaña 92-93, cuando volvió a firmar 94 puntos con 37 goles y 57 asistencias.

En esta campaña tuvo un papel clave en la victoria de los Canadiens en la Stanley Cup ya que fue capaz de anotar tres goles decisivos en los playoffs, incluyendo uno en el quinto partido de la final ante Los Ángeles Kings, cuando con empate a 1 en el electrónico puso el 1-2 que volvió a adelantar a su equipo en el marcador. Ese día los de Montreal se impusieron por 1-4 y conquistaron el título de campeones. Ese mismo año conquistó la Molson Cup, que premia al mejor jugador de los equipos canadienses durante la temporada.

Con la salida de Guy Carbonneau se convirtió en capitán de los Canadiens y se ganó el apodo de ‘Captain Kirk’ aunque sus 57 puntos en la 93-94 empezaron a marcar el principio del fin de su etapa en Montreal, algo que ocurrió en 1995, cuando los New York Islanders lo incorporaron a cambio de Pierre Turgeon.

Kirk Muller anotó el gol decisivo en el último partido de la final de la Stanley Cup de 1993. /// Foto: https://www.nhl.com/canadiens

No le fueron las cosas demasiado bien en Nueva York. Apenas disputó un puñado de partidos con los Islanders, donde fue acusado de cierto pasotismo. La realidad es que ‘Captain Kirk’ no estuvo muy implicado en el equipo neoyorkino y por eso fue traspasado a los Toronto Maple Leafs, aunque ya no volvería a conseguir registros similares a los de sus años en los Devils y en los Canadiens, siendo los 40 puntos de la campaña 96-97 su cifra más alta tras su salida de Montreal.

Un total de 19 temporadas en la NHL con 1349 partidos disputados (el 51º en la historia de la NHL) avalan su durabilidad

Después de pasar dos temporadas en Toronto recaló en los Florida Panthers en la campaña 97-98, allí permaneció dos años en los que logró 29 y 15 puntos disputando 70 y 82 encuentros respectivamente. A pesar de sus discretos números, los Dallas Stars lo incorporaron a su disciplina y allí permaneció cuatro temporadas. Los dos primeros años fueron un poco continuistas del nivel mostrado en Florida, así disputó 47 y 55 partidos y logró 22 y 10 puntos en estos años. Mucho mejor estuvo en la 2001-2002, su tercera campaña en Dallas. Disputó 78 encuentros y fue capaz de alcanzar los 30 puntos con 10 goles y 20 asistencias. Fue su última gran temporada. La siguiente temporada participó en 55 partidos anotando 1 gol y repartiendo 5 asistencias. Esa fue su última campaña en activo como jugador tras 19 años al máximo nivel en la NHL.

Carrera como entrenador

Sin embargo las aventuras de ‘Captain Kirk’ en la liga norteamericana no acaban con su retirada como jugador. El bueno de Muller no dudó en convertirse en entrenador y tras un periplo en los Golden Gaels de la Queen´s University de Kingston y como asistente en las categorías inferiores de Canadá le llegó la oportunidad de incorporarse a los Montreal Canadiens como técnico asistente en 2006.

En la actualidad Kirk Muller es técnico asociado de los Calgary Flames de la NHL. /// Foto: Matt Blewett-USA TODAY Sports

En 2011 se hizo cargo de los Milwaukee Admirals de la AHL, equipo afiliado de los Predators de Nashville aunque apenas estuvo unos meses en el cargo ya que en noviembre de ese mismo año recibió la llamada de los Carolina Hurricanes para reemplazar a Paul Maurice. Durante sus años al frente de los Canes no fue capaz de clasificar en ninguna ocasión para los playoffs y por eso fue cesado en sus funciones en mayo de 2014, aunque ese mismo verano se incorporaría a los St.Louis Blues como técnico asistente. En 2016 fue contratado como técnico asociado de los Montreal Canadiens e incluso fue entrenador de los Canadiens de forma interina cuando Claude Julien tuvo que ausentarse por problemas médicos en agosto de 2020. En Febrero de 2021 fue despedido del equipo de Montreal aunque poco después se convirtió en técnico asociado de los Calgary Flames de Darryl Sutter.

A pesar de haber estado a la sombra de Mario Lemieux durante gran parte de su carrera, Kirk Muller demostró ser un gran número 2 del draft y, a pesar de haber tenido algunas temporadas discretas hacía la segunda mitad de la década de los noventa, sus estadísticas y el ser el jugador número 51 en partidos disputados hacen que ‘Captain Kirk’ se haya ganado un hueco en la historia de la NHL.

Te puede interesar…

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

More in Historia