El éxito de la selección Rusa en las Summit Series incluso habiendo perdido, trajo dos reacciones para los Rusos. La primera es que se habían mostrado al mundo como eran capaces de jugar de tú a tú contra los inventores del hockey sobre hielo y plantarles cara y ganarles y la segunda, los jugadores Rusos habían visto con sus propios ojos otro tipo de vida respecto a la profesión que ellos desempeñaban. Vieron cómo los jugadores rivales en las Summit eran tratados como estrellas y con un nivel de vida muy distinto al que ellos llevaban en Rusia.
En la NHL se hicieron eco de la calidad de los jugadores Rusos y empezaron los contactos para poder llevarles a la mejor liga del mundo, cosa impensable para los Fetisov y compañía. Aunque los Rusos siguieron llenando las vitrinas, el juego no era tan dominante y el descalabro en el Campeonato del Mundo de 1977 donde lograron el tercer lugar puso en alerta a las altas esferas políticas y se tomó la decisión de nombrar a Viktor Tikhonov como nuevo entrenador.
La llegada de Viktor a la selección fue un cambio radical a la hora de tratar a los jugadores. Aunque Anatoli Tasarov había sido siempre muy exigente con los entrenamientos, siempre los trató como a hijos y creó no solo un grupo de jugadores sino también de amigos. Esa imagen cambió por completo con la llegada Tikhonov que pensaba que esa forma de tratar a los jugadores generaba desidia y poca concentración a la hora de jugar. El nuevo entrenador Rusto tomó el control en casi su totalidad de las vidas de sus jugadores dentro y fuera del hielo. Recluidos en régimen militar durante mas de diez meses al año, controlaba casi todos de sus “chicos”. Era un maniático del control, de las estadísticas y de la perfección.
Con las victorias en los mundiales del 78 y 79 y sobre todo con la exhibición en la Challenge Cup en febrero de 1979 donde se enfrentaron en una serie de tres partidos a una selección de los mejores jugadores de la NHL y que acabaron ganando 1-3 con una victoria contundente en el tercer partido por 6-0, los Rusos al mando de Viktor habían vuelto a ser los dominantes en el mundo del hielo. Pero algo había cambiado y es que por primera vez en la historia del hockey en Rusia, empezaron las discordias de los jugadores contra su entrenador por la forma en la que eran tratados.
De la misma forma que a Tasarov se le apartó de la selección justo antes de que los Rusos empezaran a jugar partidos de exhibición contra Canadá, el nombramiento de Tikhonov se podría decir que era una decisión tomada para poder ganar el oro en Lake Placid y demostrar en la época de la guerra fría, que eran los mejores en casa de los americanos. Para los Rusos eran más que nos Juegos Olímpicos y un posible enfrentamiento contra sus “enemigos”, era una cuestión de estado en Rusia. El resultado deportivo ya os lo contamos desde NHLmania pero el político para los jugadores Rusos fue un terremoto.
Las desavenencias de los jugadores más veteranos se hicieron más fuertes. A varios jugadores se les “aconsejó” abandonar la selección y por muy raro que parezca, el apoyo del gobierno Ruso a Tikhonov salió reforzado de aquella derrota. La idea era sencilla, había que jubilar a los jugadores veteranos y dar entrada a los jóvenes que obedecerían al 100% el estilo del entrenador. Tras deshacerse de las viejas glorias del equipo solo quedaba Valeri Kharlamov el jugador Ruso de descendencia Española y uno de los mejores jugadores que la selección Rusa ha tenido en su historia.
El 25 de Agosto de 1981 los jugadores Rusos se estaban preparando para ir a Canadá a jugar. Antes de partir para le aeropuerto hicieron bajar a Valeri para comunicarle que ya no pertenecía a la selección. Dos días más tarde fallecía en un accidente de tráfico junto a su mujer. Eso supuso una rebelión por parte de los jugadores que querían abandonar Canadá y volver a Rusia. Aunque no se les permitió, fue el comienzo de las desavenencias de los jóvenes jugadores con Tikhonov. Aún así la mano dura del entrenador Soviético seguía firme. Una de las “cualidades” era apartar de la selección a cualquier jugador que recibía una oferta de la NHL ya que tenían miedo de que desertaran en los partidos fuera de Rusia.
La llegada de la Perestroika supuso una “libertad” para los jugadores que deseaban ir a los EEUU y Canadá a jugar al hockey. Pero había un pequeño problema; sus contratos por 25 años con el ejército. Aunque en lo deportivo Rusia siguió mostrando su nivel con Viktor al mando, las polémicas y rifi rafes con los jugadores le persiguieron hasta el final de su carrera como entrador de la selección.