Los aficionados a la NHL estamos acostumbrados a ver muchos partidos en diferentes pistas pero que siguen una uniformidad en el hielo y las diferencias suelen estar en la composición de las gradas, capacidad, proximidad, entrega de las aficiones, ambiente. La diferencia empieza a detectarse usando el ojo clínico cuando se miran competiciones IIHF y si se siguen ligas pequeñas como la española, en la que hay poca cantidad de pistas pero variedad en sus medidas.
Las dimensiones oficiales que la IIHF (International Ice Hockey Federation) determina de una pista de hielo son de 56-60m de largo por 26-30m de ancho. Dentro de estos intervalos debe estar una pista para estar dentro de normativa.
En norte américa encontramos pistas algo más alargadas y estrechas 200x85pies (60,96×25,90 metros). Las medidas olímpicas oficiales son 60x30metros, en el tramo alto del intervalo marcado por la IIHF.
Lo que podría parecer un pequeño detalle sin importancia suele condicionar el juego y mucho. Las pistas más pequeñas en las que hay menos espacio por recorrer, parece que falten metros. Las zonas defensa/ataque son más grandes o pequeñas y el juego en ellas debe desplegarse en más o menos espacio. El hecho de disponer de menos metros de longitud condiciona los back cheks y las transiciones defensa ataque, permitiendo un juego más vistoso y de ida y vuelta. Y en el caso de patinar para evitar el icing los delanteros tienen menos metros para aprovechar la anulación y por tanto el efecto sorpresa es superior. La presión también es más asfixiante en pista pequeña al tener menos metros a recorrer así como menos anchura para abrirse a los jugadores. En pistas pequeñas los duelos en las vallas son más intensos y determinantes.
Otro aspecto de juego que cambia bastante en la gestión de espacios está en las superioridades. Power plays con pista ancha en la que puede combinarse de forma más fluida y a priori podrían ser superioridades más fáciles de atacar que en pista pequeña.
En los rinks con menos anchura la gestión de las vallas aún tiene más importancia y en prórrogas como las que se jueguen hoy en día de 3v3 los espacios en pista grande hacen que el ataque constante sea aún más importante y el despliegue físico de los jugadores es titánico.
Los equipos que están acostumbrados a entrenar y jugar en pista grande les cuesta mucho adaptarse a la pista pequeña y al revés igual, demasiados metros para ocupar. En ligas en las que conviven pistas olímpicas con otras con tamaños mínimos las diferencias son notables.
Las medidas marcadas para hacer unas olimpiadas las cumplen 4* de las 11 pistas existentes en España (60×30) en las que se juegan competiciones oficiales de hockey hielo: La Nevera (Majadahonda), Pabellón de hielo de Jaca, Palacio de Hielo (Hortaleza, Madrid) y Polideportivo Municipal Lobete (Logroño) además de Palacio de hielo del FC Barcelona (cerrada) y el Palacio de Hielo de Canillo (Andorra). La del Txuri Urdin (Donosti) es algo más pequeña 58×28. Y las pistas de más reducidas dimensiones 56×26: Palacio de Hielo de Huarte (Pamplona), Palai de gèu Vielha, Pista de hielo de Bakh (Vitoria), Pista de Hielo Francisco Fernández Ochoa (Valdemoro) y Pista del Club Poliesportiu de Puigcerdà.