En todos los deportes siempre hay debates por saber que jugador es mejor. A veces, coinciden en el tiempo y otras no. Si lo trasladásemos al fútbol o al baloncesto, en la actualidad podríamos discutir si Cristiano Ronaldo es mejor o peor que Lionel Messi o sí Lebron James es mejor que Nikola Jokic.
En el hockey sobre hielo también se podría hacer la misma pregunta: ¿Tkachuk, Crosby, Ovechkin, McDavid, Hugues, Matthews o Pastrnak? Pero la eterna duda está en si el mejor de todos los tiempos fue Wayne Gretzky o Mario Lemieux. Podría decirse (al menos si no le preguntas a Gordie Howe o Bobby Orr) que son los dos mejores jugadores de hockey sobre hielo que han existido. ¿Pero quién es mejor? Para muchos, sin dudarlo, es Wayne Gretzky aunque si se analiza minuciosamente la carrera de Lemieux, todo podría dar un giro inesperado.
Los compañeros
Para valorar a un jugador siempre habría que valorar por quien está arropado. Analizando ambos jugadores, la calidad de los compañeros de equipo con los que contó Gretzky al principio de su carrera ayudó, sin duda, a su éxito. Wayne sin Messier, no es que no hubiera ganado un Hart Trophy ni un Art Ross Trophy, simplemente es que quizás no hubiera ganado tantos. El tener a tu lado un compañero de gran talento te hace ser aún mejor.
Todos los caballeros tienen un escudero; Kane tenía a Toews, Crosby cuenta con Malkin, McDavid tiene a Draisaitl y Gretzky contaba con Messier. Sin embargo, Lemieux tuvo que esperar hasta principios de los 90 para tener un escudero de calidad, Mark Recchi. Lemieux podría haber tenido aún mejores números de haber tenido un buen escudero antes.
¿Cómo los trataron las lesiones?
Todo el mundo del hockey sabe que Mario luchó continuamente contra las lesiones a lo largo de su carrera, mientras que a Gretzky le respetaron relativamente durante la suya. Es por ello que habría que matizar sobre este tema, ya que es algo que se debe analizar para valorar la productividad de un deportista si se miran los números.
En julio de 1990, Lemieux se sometió a una operación de espalda y se vio obligado a perderse 50 partidos de la temporada 1990/91. A pesar de su baja forma y del dolor que aún tenía por la operación, Lemieux volvía para ayudar a los suyos en los playoffs registrando 44 puntos (16 goles, 28 asistencias). Lemieux fue el máximo anotador de los playoffs, ayudando a los Penguins a levantar su primera Stanley Cup.
Durante la temporada 1991/92, Lemieux sólo pudo jugar 64 partidos debido a varias lesiones y aún así ganó el Art Ross Trophy con 131 puntos. Gretzky, sin embargo, jugó 74 partidos con Los Angeles Kings ese año registrando 121 puntos. La temporada siguiente no fue mucho mejor para Lemieux en cuanto a lesiones, ya que tuvo que estar apartado del hielo debido a una acción con Adam Graves durante los playoffs. Aún así, Mario Lemieux terminó liderando con 16 goles y 18 asistencias la lista de los mejores jugadores de la fase final y ayudando a los suyos a levantar por segunda vez consecutiva la Stanley Cup. Las dos primeras Stanley Cup de los Pittsburgh Penguins gracias al gran talento del canadiense.
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Las frías estadísticas
El 31 de diciembre de 1988, Lemieux se convirtió en el primer (y único) jugador en la historia de la NHL en anotar un gol en cada una de las situaciones posibles que se dan durante un partido. Lemieux anotó un gol con todos los jugadores de ambos equipos sobre el hielo, también anotó durante un power play, anotó un shorthanded, convirtió penalti y volvió a anotar, pero esta vez con empty net para registrar cinco goles y ocho puntos en el partido contra los New Jersey Devils.
A lo largo de ambas carreras, Mario Lemieux a pesar de jugar 572 partidos menos que Wayne Gretzky, tiene el récord de mayor promedio de puntos por partido y el mayor promedio de goles. Por este motivo, si el galardón de jugador «más grande» es discutible, el título de jugador «más productivo» no lo es. Analizando la carrera de los dos jugadores y centrándose únicamente en los promedios por partido, que realmente cuentan la verdadera historia de la grandeza de ambos, estas dicen que Mario Lemieux era mejor.
Lemieux fue un ganador en todo
El 12 de enero de 1993, Mario Lemieux anunciaba que había sido diagnosticado de un linfoma de Hodgkin (una enfermedad por la que se forman células cancerosas en el sistema linfático). La ciudad de Pittsburgh y todo el mundo del hockey fueron sacudidos por esta noticia. Uno de los mejores jugadores de todas las épocas (o el mejor) podía abandonar el hielo por una enfermedad.
Mario se sometió a tratamientos de radiación y permaneció fuera del hielo durante más de un mes. Curiosamente, el día que recibía su último tratamiento de radiación, Lemieux cogió un avión a Filadelfia, para saltar al hielo con sus compañeros de equipo que jugaban contra los Philadelphia Flyers. Mario marcó un gol y sumó una asistencia en ese partido, recibiendo una gran ovación de los aficionados locales.
Los Penguins consiguieron un récord de 17 partidos consecutivos ganando tras el regreso de Lemieux, lo que les permitió ganar el President Trophy por primera vez en su historia.
A pesar de jugar en solo 60 partidos esa temporada, Mario superó a Pat LaFontaine por 12 puntos para llevarse el cuarto galardón como máximo anotador de su carrera.
Conclusión
Es muy difícil valorar a un jugador, más aún cuando lo haces estadística en mano. Si se hiciera así, Gretzky pasaría la prueba y no tendría rival para nombrarlo como número uno de todos los tiempos. Analizando las características de cada jugador, posiblemente Lemieux por talento, velocidad y corpulencia superaría a Wayne. Si se analizase cada momento y cada carrera aún habría más incertidumbre.
Habrá puristas que se decidan por Gretzky como el mejor de todos los tiempos, mientras que otra buena parte de aficionados (y no sólo de Pittsburgh) dirá que el mejor que hubo sobre el hielo fue Lemieux. Es imposible o muy difícil decir si el «66» fue mejor que el «99», sólo queda dar las gracias porque se pudiese (y pueda a través de Youtube) disfrutar de ambos jugadores.