El Glow Puck o disco resplandeciente fue un invento de la cadena Fox. Tras la adquisición de los derechos de retransmisión de la NHL en 1994, la cadena se puso manos a la obra sobre el desarrollo de un sistema para rastrear el disco.
La cadena televisiva quería darle una vuelta de tuerca a las retransmisiones del hockey hielo en los EEUU. Ante la queja de muchos aficionados sobre la dificultad para seguir el disco desde TV, David Hill el presidente de la cadena, implantó un sistema llamado Fox Trax por el que el televidente podía seguir el disco gracias a un destello azul que seguía al puck.
Los ingenieros iban más allá y el resplandor iba cambiando a distintas tonalidades de rojo en los disparos dependiendo de la velocidad de este. Toda una innovación en la retransmisión, ya que la calidad de la imagen de la época carecía de la nitidez que tenemos actualmente, por lo que facilitaba seguir el juego desde el sillón de casa.
El sistema se basaba en un circuito con numerosos LEDs que emitían unas pulsaciones que recogían las cámaras (imperceptible para el ojo humano) y desde edición incluían el destello y estela del puck. Para realizar esa edición la retransmisión se producía con un retraso de 10 frames.
La idea finalmente no cuajó. Los más puristas criticaron el avance tecnológico y fue objeto de infinidad de burlas, llegando a ser considerado uno de los peores inventos del deporte. La tecnología que se suponía iba a cambiar la forma de ver hockey hielo en televisión duró sólo dos años. Pero el mayor problema del disco brillante de la cadena televisiva Fox no era el concepto, es que nació antes de tiempo.
El debut del Glow Puck se produjo en el All-Star de 1996, por lo que en dos/tres años se cumplirán tres décadas de aquello. Aunque con muchas dudas y un inicio problemático, el partido de las estrellas cumplió las expectativas y el sistema pasó la prueba de fuego. Que cuajase o no entre aficionados y periodistas deportivos es otra historia.