Tras la salida de los Golden Seals de California, la franquicia dio un cambio radical al dejar una tierra de sol y calor y trasladarse a Cleveland, en el norte de Estados Unidos, en la zona de los Grandes Lagos, donde los veranos son húmedos y calurosos y los inviernos están plagados de frío y nieve.
Lo cierto es que el radical cambio no se limitó al clima pues Cleveland es una ciudad de subidas y bajadas en cualquier aspecto. Por ejemplo está ciudad toma su nombre de Moses Cleveland un veterano de la Guerra de Independencia que trabajaba para la Connecticut Land Company, que fue fundador de la ciudad y que tras fundarla se marchó y nunca más volvió. Durante el siglo XIX la urbe creció e incluso se anexionó Ohio City tras una guerra a cuenta del puente que atravesaba el río Cuyahoga y que unía ambas poblaciones.
La industria del acero y la minería fueron el gran motor de Cleveland que fue una ciudad muy importante de Estados Unidos durante más de un siglo, hasta la década de los 60 del siglo XX cuando empezó un paulatino declive que le ha generado una mala fama tanto en el país norteamericano como fuera de las fronteras estadounidenses. En 1910 cuando Cleveland se convirtió en la sexta ciudad más grande de Estados Unidos y tras la Segunda Guerra Mundial fue considerada la mejor del país debido a las ventajas de su localización. Pero todo lo bueno tiene un final y poco después llegaría el retroceso derivado de la suma de problemas como el desempleo, la pobreza, el racismo, deudas de la ciudad, las políticas de libre comercio internacional, la inflación, la crisis del ahorro y préstamo, la del petróleo y un largo etcétera. Con el cambio de siglo la ciudad parece estar levantando el vuelo gracias a la inversión en atención médica y las artes, así como en sus políticas de protección ambiental y eso ha llevado a un crecimiento demográfico y a un lento pero paulatino descenso de la tasa de desempleo.
De nuevo regreso a “posiciones” destacadas entre las ciudades estadounidenses
¿Y en el deporte? Pues también ha vuelto a sonreír. Hacia mitad del siglo XX Cleveland era conocida como la ciudad de los campeones pues los Cleveland Indians (actuales Guardians en béisbol) ganaron las Series Mundiales por segunda vez en su historia. Algo que no han vuelto a conseguir aunque desde 2016 han conquistado 1 Liga Americana y cuatro títulos de campeones de la División Central de la American League. Además en 2016 llegó la primera y hasta la fecha única victoria de los Cleveland Cavaliers de baloncesto en la NBA. En fútbol americano destacan los Cleveland Browns que conquistaron cuatro títulos de la AAFC consecutivos entre 1946 y 1949, en 1950 con la llegada de la NFL consiguieron el título y repetirían en 1954, 1955 y 1964. Ya no han vuelto a conseguirlo. Pero esto es para hablar de hockey hielo y ahí están los Cleveland Monster de la AHL, quienes en 2016 conquistaron la Calder Cup. Podemos establecer entonces un época dorada que concluiría en torno a 1964 y que parece haber roto ese letargo desde 2016 para el deporte de la localidad del estado de Ohio.
Fue en los primeros años de ese periplo cuando la ciudad de Cleveland acogió la llegada de la franquicia hasta entonces conocida como los Golden Seals. Indudablemente la decisión fue tomada tras los buenos resultados de los Cleveland Crusaders, quienes habían disputado los playoffs en cuatro de sus cinco campañas en activo. Pero en la NHL las cosas fueron diferentes. Muy diferentes. Los Barons disputaron la División Adams contra Boston Bruins, Buffalo Sabres y Toronto Maple Leafs y fueron colistas con 63 puntos a 18 de los Leafs, que finalizaron en tercera posición. Solo los Washington Capitals, los Detroit Red Wings y los Colorado Rockies firmaron una peor campaña. La temporada siguiente fue la segunda y última de la franquicia en Cleveland. Y no fue mejor. De nuevo compartiendo viaje con sus compañeros de la primera campaña en la División Adams los Barons repitieron cuarto puesto, en esta ocasión con 57 puntos. Solamente los Washington Capitals, Minnesota North Stars y St. Lois Blues firmaron peores registros.
Esta campaña alcanzaron la fama en un partido ante los Philadelphia Flyers en los que el jugador de los Flyers Tom Bladon se convirtió en el primer defensa de la Liga en sumar ocho puntos al lograr cuatro goles y otras tantas asistencias. Al margen de eso el equipo, entrenado en ambas campañas por Jack Evans quien años después tendría éxito en los Hartford Whalers, apenas tuvo motivos para la alegría. Si acaso disfrutaron, y solo el primer año, de Jim Pappin, quien había conquistado dos Stanley Cups con los Toronto Maple Leafs.
Tras esas dos campañas el equipo tendría problemas financieros y se movería a Minnesota, algo típico de la ciudad puesto que los Cleveland Blues de béisbol son los actuales Los Ángeles Dodgers o los Cleveland Bulldogs de la NFL que tras mudarse a Detroit fueron adquiridos por Tim Mara quién los llevó a Nueva York y fundaría los New York Giants, también en 1995 los Cleveland Browns de la NFL se convirtieron en los Baltimore Ravens aunque en 1999 surgió una nueva franquicia en Cleveland que se quedó con el nombre y la historia de la franquicia y que son los actuales de la NFL donde compiten con esos Baltimore Ravens además los Cleveland Rams de fútbol americano también se mudaron y son los actuales Los Ángeles Rams.
En el caso del hockey se convirtieron en los Minesota North Stars que han acabado siendo famosos por la exitosa película de los Mighty Ducks ya que Gordon Bombay llegó a ser jugador en una de las películas de la exitosa saga y que actualmente son los Dallas Stars.