Hace más de 50 años, el presidente (actual comisionado) en aquel entonces de la NHL, Clarence Campbell, anunciaba la gran expansión que cambiaría para siempre la perspectiva de la liga. Pasando de seis franquicias a doce, completando un mapa de costa a costa, de la fría Nueva York a la soleada California.
Al grupo conocido como Original Six formado por Detroit Red Wings, Chicago Blackhawks, Montreal Canadiens, Toronto Maple Leafs, Boston Bruins y New York Rangers, los cuáles habían disfrutado de una estabilidad durante décadas, se les unían otros seis equipos, Pittsburgh Penguins, Philadelphia Flyers, Los Angeles Kings, California Golden Seals, Minnesota North Stars y St. Louis Blues.
El cambio de rol acusado por las franquicias originales sería mayúsculo, pasando de dominar una competición cerrada de solamente seis equipos a disputar contra el doble de adversarios la consecución del santo grial del hockey hielo mundial.
De las seis franquicias nuevas, cinco continúan activas en la actualidad. Los Golden Seals se mudaron de San Francisco a Cleveland pasando a ser los Barons, años más tarde serían absorbidos por los North Stars siendo estos reubicados al cabo del tiempo a Dallas, conocidos en la actualidad como los Stars. Philadelphia fue la primera franquicia de las expandidas en 1967 en alzarse campeona (1974 y 1975) de la Stanley Cup, mientras que los Blues serían la última en lograrlo, estos lo harían en 2019.
Por su parte, los Penguins han ganado cinco (1991, 1992, 2009, 2016 y 2017) Stanley’s, los Kings dos (2012 y 2014) y los Stars una (1999), aunque ya reubicados en Texas.
En sus inicios «expansivos», la NHL realineó a las 12 franquicias en dos divisiones, juntando las nuevas en una misma división, creando así un lugar para una de ellas en la final de la Stanley Cup, algo que a los más puristas de la época no gustó ni lo más mínimo. St. Louis fue finalista en sus tres primeras ediciones aunque barrido en cada una de las tres series, alimentando un poco más los argumentos de los contrarios a la realineación utilizada por la liga.
Como curiosidad destacar la vuelta del hockey profesional a la bahía de San Francisco unas décadas después de la mano de los San Jose Sharks, esta vez consolidando el producto entre la población local.
¿Porqué expandirse?
La NHL en esos años disfrutaba de un cómodo monopolio del hockey profesional en Norteamérica, habían varias ligas menores profesionales pero ninguna le hacía sombra. Pero la concentración de sus equipos en torno al noreste y medio oeste del continente dejaba un vacío geográfico muy goloso para la competencia.
En estas la Western Hockey League (WHL), liga menor que operaba en el noroeste del Canadá y heredera de la PCHL y WCSHL, buscaba la forma de expandirse más al sur, ocupando la franja oeste de los Estados Unidos; esta situación motivó a los dueños de las franquicias Original Six y otros mandamases de la NHL ha rellenar algunos mercados de esos para intentar frenar la posible crecida de la WHL además de intentar recuperar los contratos televisivos a nivel nacional, los cuáles estaban vacantes desde hacía un tiempo.
En Canadá hubo indignación porqué Vancouver no entró finalmente entre las seis franquicias elegidas para formar parte de la NHL, aún así no todo eran quejas en el país de la hoja de arce, los Habs y Leafs no tenían ninguna intención de repartirse los beneficios que les otorgaba el contrato canadiense de televisión con ningún otro equipo canadiense.
Medio siglo más tarde, la NHL se encuentra expandida por todos los rincones de la geografía norte americana con 32 franquicias en su seno, goza de lucrativos contratos televisivos tanto en Estados Unidos como en Canadá, la popularidad de la liga va en aumento y el nivel de juego se encuentra en uno de sus mejores momentos.
Quien sabe si la liga no se hubiera expandido en 1967 si la historia sería diferente, la WHL estaba al acecho con ganas de romper el monopolio de la NHL, finalmente las decisiones fueron esas trayendo consigo un producto de inmensa calidad.