Normalmente y de forma genérica, cuando se piensa en la figura del árbitro acostumbra a pesar el factor sancionador, aburrido, intervencionista…Pero cuando se habla de McCauley es complicado no dibujar una sonrisa.
El ex jugador profesional (drafteado en 1990 en la posición 150 por los Red Wings), llegó a debutar en la NHL, sí, pero no como jugador. Vistiendo la camiseta cebra ha conseguido pisar hielo y ser pieza clave y fundamental en la gran liga.
Si pensamos en el árbitro por excelencia de la NHL seguramente el nombre que nos viene actualmente a la cabeza es Kelly Sutherland.
Sutherland lleva 22 años pitando en la NHL. Ha pitado en 8 finales de la Stanley Cup, en los Juegos Olímpicos de invierno y en el World Cup of Hockey de 2016.
McCauley por su parte, hizo su debut en 2003, en Columbus, donde los Blue Jackets recibían a los Chicago Blackhawks.
Ha participado en más de 1000 partidos y en 2007, cuatro temporadas después de su debut, pitó un Islanders VS Sabres en playoff por primera vez.
Ha estado, además, en las Stanleys de 2013 a 2020. Una pieza clave para el funcionamiento de la NHL actual. No se concibe la liga sin McCauley.
Un peculiar estilo a la hora de arbitrar pero con un instinto innato para adelantarse a lo siguiente (es lo que le da el haber sido profesional del hockey hielo).
Un árbitro que es capaz de dominar al más fiero center con ganas de pelea o de plantarle cara a los entrenadores más voraces y provocativos de la liga. No se amedranta, tiene ese gen valiente que poseen todos los jugadores, pero el lo utiliza para ganarse el respeto desde la posición de referee.
Aquí podemos ver cómo compartía un momento aireado con Cooper, coach de los Tampa Bay Lightning conocido por su carácter y por ser un entrenador con más “crédito” a la hora de exponer sus quejas:
McCauley, natural de Ontario, Canadá, jugaba de defensa, y es importante comentar que su padre estuvo arbitrando en la NHL durante 15 años. El progenitor tiene una historia peculiar, una lesión en el ojo hizo que tuviera que colgar el silbato de forma precoz, no obstante, el padre pasó a ser el Director de Arbitraje de la liga.
El carismático árbitro intentó llegar a la NHL como jugador, aceptó una oferta de la Universidad de Michigan donde jugó cuatro temporadas. Terminó siendo co-capitán del equipo y alzando el trofeo a jugador más entregado y perseverante de la campaña 1992/1993. El Terry Flanagan Memorial Award.
Drafteado durante esa etapa en Michigan por los Red Wings en octava ronda, en la posición 150, hizo que las ilusiones de Wes se mantuvieran a flote, buscando contratos en las ligas profesionales de Norte América y Canadá. Tras cuatro temporadas, enrolado en varios equipos como los Vegas Thunder o los Fort Wayne Comets, decidió probar suerte en Italia, jugando para el Milán.
Su lesión de rodilla en 1997 propició el retiro mucho antes de lo que debería haber sido
No dejó pasar el tiempo, en cuanto se recuperó empezó a arbitrar. Iba en los genes, y él seguía con intenciones de llegar lo más arriba posible (esta vez, en el mundo del hockey en general). Y vaya si lo consiguió.
Aquí tenéis un pequeño video/documental:
Empezó pitando en ligas menores de Ontario, su casa. Al año siguiente ya le ofrecieron un contrato para la ECHL, la East Coast Hockey League, donde estuvo tres campañas. El por aquél entonces director de arbitraje de la NHL le propuso en 2001 un contrato de ligas menores y dos años después debutaba ya en la gran liga. Siendo en 2005 cuando pasó a tener un contrato a tiempo completo para la NHL.
Aquí os dejo un par de recopilatorios de sus mejores intervenciones en el hielo:
Y aquí el vídeo que se hizo viral este año en el que parece un presentador de la MMA para anunciar la sanción por pelea en el partido que enfrentó a los Red Wings contra los Sharks:
McCauley sigue demostrando que los árbitros tienen un peso importantísimo en el deporte, en el devenir del juego y de la exigencia que conlleva un deporte tan duro y de tanto contacto como es el hockey hielo.
¿Lo mejor? Que lo hace desde una posición atractiva a ojos tanto del espectador como de los integrantes del partido. Desde los jugadores hasta los aficionados. Kudos para él.
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