Los Anaheim Ducks llevan desde 2018 sin clasificarse para los playoff. Por aquél entonces llevaban más de un lustro de éxitos deportivos, llegando incluso a una final de conferencia. Getzlaf, Perry y Kesler se encargaron de liderar el proyecto con Andersen en la portería y un joven Gibson de back-up.
Llegó un punto en el que la franquicia californiana no pudo seguir en la cresta de la ola y se vino abajo. Ahí, empezaron a llegar todas las dudas, críticas y pasotismo hacia “los patos”. Una lástima porqué desde que ganaron la Stanley Cup, sólo se habían perdido en dos ocasiones la postemporada.
Se podría hablar de despotismo, o exigencia por encima de sus posibilidades o de decepción. Todo en bajada hasta tocar fondo. ¿Cuándo y cómo lo tocaron? Quedando últimos el año pasado demostraron que en todo el curso no fueron capaces de encontrar el equilibrio entre -sobretodo- la portería y el ataque. Podríamos definirlo como guadianesco pero sería incluso demasiado positivo, dado que eso significaría que en algún momento apareció, y eso no fue así.
Más allá de partidos sueltos, y pocos, el ataque de los Ducks dejó mucho que desear. Fueron el equipo menos goleador de la liga. El segundo con menos victorias (17) y el segundo peor Power Play de toda la NHL. Cifras espantosas. Su máximo anotador fue Comtois con 33 puntos. Habéis leído bien: ¡33!
Entre tanta sequía en el desierto, apareció un oasis, brotes verdes, Trevor Zegras.
La sensación del momento, venía de hacer un buen mundial, y maravilló a la afición con dos pinceladas de calidad. Buen manejo del disco, mucha plasticidad y “cuatro” highlights que hacían de esa temporada tan nefasta un tráiler de lo que podría ser el éxito del futuro.
Pues bien, ante tanta sensación, tanto hype hacia Zegras, el que parece que se ha encontrado y ha conectado tanto con los compañeros como con la afición es el propio Troy Terry.
La sensación de la liga. Muchos puntos, muchos partidos seguidos anotando…Pero primero situémonos en el tiempo.
Troy Terry. La eterna promesa, una de tantas, este año se ha destapado con lo que más necesitaba el equipo: gol.
El jugador nacido en Denver, Colorado, llegó a la liga en 2015, drafteado en la posición número 148 por los propios Anaheim Ducks. Un low radar player. Venía proveniente del equipo de desarrollo de USA. Compartiendo vestuario con talentos como el de Matthews, Tkachuk, Bracco, Roslovic o Charlie McAvoy.
Esa temporada anotó 19 goles y repartió 25 asistencias en 66 partidos. Eclipsado por los 82 puntos de Keller, y obviamente, los 117 de Matthews. Terminó la temporada con su participación en el WJC-18 anotando 5 puntos en 7 partidos.
A partir de ahí, empezó su periplo en la Universidad de Denver. En su casa. Tras una primera temporada algo decepcionante con tan solo 22 puntos en 41 partidos, se empezó a destapar las dos siguientes campañas con 45 y 48 puntos respectivamente.
Tuvo tiempo de acudir al WJC-20 y regalarnos esta historia que os pongo a continuación, tres goles en el shootout ante Samsonov para pasar a la final:
Pero eso no quedaría ahí.
La final ante Canadá se decidiría también a penas máximas. Bien, os dejo adivinar quién fue el único que anotó en esa tanda:
Debutó en 2018 con los Ducks, dos partidos, testimonial. Y tuvo la oportunidad de vestir en cinco ocasiones la camiseta americana en los Juegos Olímpicos de Invierno del 2018 que ganaría Rusia con Kaprizov y Gusev al mando respaldados por los veteranos Kovalchuk y Datsyuk.
La temporada siguiente, la 2018-2019 estuvo a caballo entre los Ducks y los Gulls de San Diego en la AHL:
Aquí os dejo los highlights de ese año:
En la siguiente, la 19/20, ya cambió las tornas y la cantidad de partidos con los Gulls fue más anecdótico. Su camino en la NHL había empezado:
Aquí os dejo los highlights de la temporada:
Saltando a su primera temporada completa en la NHL, la 20/21, justo esta pasada, en la que él -y el equipo-, dio un bajón tanto estadístico como de nivel de juego algo preocupante. Tras dos años de idas y venidas, Terry se encontraba en un punto de inflexión, con 23 años y tras renovar por una cantidad baja de dinero para los próximos tres años (hasta la temporada 22/23), parecía que su ocasión no terminaba de ir como a él le hubiera gustado de cara a buscar “el contrato” una vez terminara el actual.
Se quedó en unos pírricos 20 puntos y lo que más empezó a peligrar, su status de killer, de goleador. Había perdido el olfato.
Por alguna razón, el año pasado se lo pasó dando tumbos de una línea a otra. El coach Eakins lo probó tanto en L1 como en L4. Pasó por todas. Tras un inicio titubeante, terminó en segunda con Rakell y Comtois.
En cambio, esta temporada está en L1 indiscutible con dos veteranos como Getzlaf y Henrique. Aportando la chispa y la frescura a una línea más “currante” de lo que podría parecer a priori.
Ahora mismo Terry lleva la mejor racha de la temporada. 14 partidos seguidos anotando con un total de 20 puntos. 11 goles y 9 asistencias. El propio Getzlaf alaba su trabajo y cómo han estado practicando la compenetración en el último año y medio tras el covid-19 en declaraciones a nhl.com.
Curioso que la racha que está materializando Terry sirva para tumbar el anterior récord de su hoy compañero de línea Ryan Getzlaf.
El capitán se quedó en 12 partidos seguidos anotando en 2016. Eso sí, el récord absoluto de la franquicia lo ostenta en todavía activo Corey Perry con 19 partidos en la campaña 2009-2010.
Aquí os dejo el gol con el que Terry superó a Getzlaf en lo antes esmentado:
Un gol de muñeca al más puro estilo Terry ante unos Seattle Kraken que terminarían sucumbiendo a los Patos de Anaheim.
Lo más importante para el equipo es que sus goles están siendo rentables para Anaheim. Lleva tres goles ganadores. Lanzando con un 33,3% de acierto (una locura) y aportando mucho peligro tanto en 5×5 como en superioridad.
Curioso que a día de hoy, sigue en la segunda unidad de Power Play. Con Henrique, Milano, Fowler y Shattenkirk. No les está yendo nada mal a los Ducks: segundos en la Pacific tras los Oilers de McDavid y compañía.
Queda mucha temporada por delante, y equipos como Vegas y Calgary seguro que les pondrán contra las cuerdas y les apretarán para quitarles esa segunda plaza pero, a día de hoy, los Ducks son un equipo muy diferente al que venimos viendo y eso, en parte, es gracias a Terry.
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