Hace tres décadas que los Rangers no levantan la Stanley Cup desde que lo hicieran en 1994 ante los Vancouver Canucks. Mark Messier, pieza clave del equipo de Nueva York durante los playoffs de esa temporada, fue sin duda el capitán que el equipo del Garden necesitaba.
14 de junio de 1994. Trevor Linden acercaba en el marcador a los Vancouver Canucks en el séptimo partido de la serie que decidía el título de la Stanley Cup de esa temporada. Trevor anotaba el 2-3 en situación de powerplay a favor de los canadienses a falta de 15 minutos para el final del tercer periodo. 15 minutos que para las más de 18.000 personas que abarrotaban el Madison Square Garden se convirtieron en una eternidad.
Los de Manhattan lograron romper una racha negativa que se alargaba por más de medio siglo
Sin embargo, un inmenso Mike Richter logró detener todo lo que Vancouver disparó a puerta. Anteriormente en el segundo periodo, Mark Messier lograba anotar el tercer tanto de los Rangers en powerplay a favor tras una montonera en la pintura azul de la portería defendida por Mclean que nada pudo hacer. Un gol que, a pesar del tanto anotado por Linden en el tercer periodo, daba una Stanley Cup que hacía más de cincuenta años que los Rangers no lograban cuando en la temporada 39/40 lo hacían al imponerse a los Maple Leafs por un 4-2 en el total de la serie.
Los Rangers dejaron por el camino a la Stanley a los New York Islanders, los Washington Capitals y a los New Jersey Devils antes de enfrentarse a Vancouver en la final. Antes habían logrado el record de la liga durante la temporada regular con 112 puntos. Durante la serie contra los Devils, la más dura hasta esa fecha, en el séptimo partido, Matteau anotó el gol de la victoria en el overtime lo cual promovió el famoso grito de “Matteau, Matteau”.
La serie comenzó en el Garden con una victoria para cada equipo. El primer partido terminó resolviéndose en el overtime para dar la victoria como visitante a los canadienses. Los Rangers se hicieron con los dos siguientes partidos, el segundo en el Madison por 1-3 y el tercer con un rotundo 5-1 en Canadá.
El cuarto partido dejaba la serie con 3-1 a favor de los de Nueva York tras ganar por 4-2. Sin embargo, los canadienses no se dieron por vencidos y lograron igualar a tres, tras ganar los siguientes dos partidos por 6-3 en el Garden y 1-4 en Canadá. Todo se decidiría en casa de los Rangers en el séptimo partido.
Los Rangers se adelantaron en el primer periodo con los goles de Brian Leetch y Adam Graves. Trevor Linden pondría el nerviosismo en Nueva York en el segundo periodo a los cinco minutos, pero Mark Messier anotaba el 1-3 de la tranquilidad hasta que otra vez Linden pusiera el nerviosismo en el Madison durante el tercer periodo. Con tres faceoff en los últimos treinta segundos del partido, los Rangers por fin lograban volver a alzarse con la Stanley Cup. La imagen de la celebración final sin duda fue la de Mark Messier saltando por el hielo del Garden nada más coronarse como ganador de la Stanley.
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