Muchas veces intento diferenciar lo que me dicta el corazón a lo que la razón atiende o debería atender. Esta dicotomía se ve claramente reflejada en el tema de la NHL para esta temporada 2022-23, se ha aceptado publicidad en las camisetas.
Y ahora, ¿qué?
Hay varias razones por las que podría incluso votar a favor de dichos parches encima de tan bella indumentaria, igual que han votado los 32 dueños de los equipos de la liga, pero hay un sentimiento de pena dentro de mí que quiere evitar a toda costa que se llegue a niveles europeos, o a los de otros deportes.
En 2015, le preguntaron a Gary Bettman si la NHL aceptaría publicidad en sus camisetas. Su respuesta fue esquiva y poco concluyente:
“El hecho es que ahora mismo no estamos considerando el añadir esa publicidad en las camisetas. Hemos discutido y nos hemos reunido tanto de manera formal e informal pero no hay nada en firme. Además, hay otras alternativas para recibir ingresos.”
Gary Bettman, Conferencia de acuerdo con ADIDAS, 2015
Pero el hambre aprieta, y la pandemia causó estragos a nivel mundial y también en las estructuras de los equipos, por lo tanto, de la liga.
Cuando se anunció la vuelta de la liga para una versión reducida de temporada regular y playoff en modo bubble, sin público (hasta final de la regular season que empezó a entrar público), ya sabíamos que no iba a ser un año de ganancias, pero el portal de Sportico.com anunció en enero del 2021 que la bubble supuso una pérdida de 2,5 biliones de dólares para la NHL.
Para poneros en situación os expongo las pérdidas de las otras 3 grandes ligas:
- NFL – 5,5B$
- NBA – 3,5B$
- MLB – 3,0B$
Esto como primer análisis que se dio públicamente, una vez analizadas las pérdidas de bar, párking y tienda, se asume que el montante llega a -3,6B$.
A modo anecdótico, se estima que un espectador invierte entre 100 y 125 dólares cada vez que se desplaza a un estadio a ver un partido de la NHL. El precio medio de la entrada ronda los 78$, el resto apuntádselo al bar, párking y merchandising.
En la temporada 2018-19 la NHL registró 22 millones de espectadores. En la 2019-20, fueron 18,8 millones y en la bubble 1 millón. Por lo tanto, si la media era de más de 20 millones y lo que consigues es un 5% de eso, o lo que es lo mismo, 19M menos de espectadores , lo raro sería no generar pérdidas, ¿cierto?
Pese a la reflexión de necesidad económica no parece una decisión que guste a ningún aficionado, cabe recordar que el anuncio en los cascos ha reportado según Bettman más de $100M en beneficios, así que…necesario y rentable es.
No olvidemos que en el Mundial de 2016 ya se lució publicidad en las camisetas. Para muestra, un botón:
Bien, tras este desastroso ejercicio, Bettman accedió a poner publicidad en los cascos para esta temporada, generando así unos ingresos combinados de 15 millones de dólares según Front Office Sports.
La NBA aceptó publicidad en sus camisetas en 2016, está generando 150M$ de beneficio por temporada, con contratos que van de los $2,6M a los $15M. En 5 temporadas ha aumentado un 70% el valor de estos ingresos así que no parece una mala decisión a nivel económico para la liga de hockey.
Ahora bien, si todo queda en el rectángulo de 7x9cm que se ha propuesto, parecido al del casco, podríamos darnos “con un canto en los dientes” viendo los ejemplos de otras ligas europeas:
La verdad, y para ir concluyendo, a mí personalmente me parece ensuciar las equipaciones y perder ese toque elegante y clásico. Pierde el toque elegante en el conjunto textil de cada equipo. No obstante, cifras en mano, pocas soluciones parece haber a corto plazo. Durante esta temporada de puente nada se podrá hacer para subsanar el vaciado de las arcas de la NHL.
Sólo pido que se conjunte cromáticamente. Para no ver un logo azul celeste en una equipación penguin, o un anuncio negro y amarillo en los Kings, por poner un ejemplo. Si la equipación es azul y blanca…espero ver un anuncio en blanco, en azul o combinados (tal y como hará Toronto). Todo lo que no sea adaptarlo visualmente me parecería una falta de tacto y cariño hacia la pureza del deporte (inclusive compraría un logo en negro por lo de que pega con todo).
Estamos acostumbrados a verlo en otros deportes, pero en el hockey no. Parecía sagrado, pero tras una pandemia, no toca otra que disfrutar de esta temporada todavía libres de nombres de bancos, casinos o empresas de distribución con las que tendremos que convivir en cada plano y cada foto dentro de catorce meses.
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