En la campaña de 2005/06, los Mighty Ducks de Anaheim vieron como su temporada terminaba en la Final del Oeste a manos de los Edmonton Oilers.
Ese verano, Anaheim pasó por diferentes rediseños. Aún poderosos, Henry y Susan Samueli, nuevos propietarios, renombraron el equipo como los Anaheim Ducks. Los icónicos uniformes verde jade de la berenjena fueron desechados. En su lugar llegó el negro, el dorado y el naranja – una referencia a Orange County, California. También rebautizaron su pabellón, el Honda Center.
Además de sus camisetas, los Ducks también renovaron su plantilla. Brian Burke, director general, completó un traspaso bomba con los Oilers a principios de julio de 2006. Burke envió a Joffrey Lupul, a Ladislav Smíd, su pick de primera ronda en 2007 – Nick Ross – su pick de segunda ronda en 2008 – Travis Hamonic, después traspasado a los New York Islanders – y un pick de primera ronda condicional en 2008 si los Ducks llegaban a la final – Jordan Eberle. A cambio, recibieron a Chris Pronger, defensa All-Star. El blueliner de 1,98 m conocía el éxito tras ser clave en el equipo de los Oilers que había alcanzado la Final un año antes.
Los Ducks tenían una de las plantillas más sólidas en la historia de la NHL antes de la temporada 2006/07. Randy Carlyle, primer entrenador, hacía hincapié en un equipo físico. Debido a contar con algunos de los jugadores más duros de la liga, fue fácil. Jugadores como Scott Niedermayer, capitán, Pronger, Travis Moen y George Parros, por quien traspasaron en noviembre, tenían libertad para intimidar y crear espacio para que los hombres habilidosos encendieran el marcador.
Uno de los mejores jugadores de siempre, Teemu Selanne era el núcleo del ataque de Anaheim. Mientras deleitaba a los aficionados con su increíble velocidad y anotación, también lideraba a jugadores habilidosos más jóvenes como Chris Kunitz, Corey Perry y Ryan Getzlaf para que también se convirtieran en un equipo letal. Selanne terminó la temporada como el líder de los Ducks en goles y puntos con 48 y 94 respectivamente.
En la portería para Anaheim estaba el tándem compuesto por Jean-Sebastien Giguere e Ilya Bryzgalov. Giguere era el claro titular después de que no hubiera perdido un solo partido reglamentario en octubre de ese año. Ganó el trofeo Conn Smythe en 2003 cuando los Mighty Ducks perdieron la final de la Stanley Cup ante los New Jersey Devils. No obstante, estaba de vuelta para completar la misión e iba bien encaminado. Los Ducks terminaron la temporada regular con un registro de 48-20-14
Giguere había tenido problemas personales que dieron a Bryzgalov el papel de titular hacia el final de la temporada regular y la situación se extendió a la primera ronda contra los Minnesota Wild. No obstante, Bryzgalov fue un muro de ladrillo. Fue una serie física y contundente. Anaheim ganaba por tres partidos a cero y viajó a Minnesota buscando el barrido. Los Wild defendieron su territorio y tomaron la ventaja pronto en el partido, lo que llevó a Carlyle a sustituir a Bryzgalov y dar a Giguere sus primeros minutos en las eliminatorias. Pese a la pequeña piedra en el camino, Giguere fue titular en el Game 5 y propulsó a los Ducks a la segunda ronda.
Los siguientes en la línea eran Roberto Luongo y los Vancouver Canucks. Luongo estaba en la cresta de una de las mejores temporadas en su joven carrera como portero. Sin embargo, Andy McDonald, delantero centro All-Star, se puso el equipo a la espalda en el Game 1 y registró un triplete en una victoria por 5 a 1 sobre Vancouver. Pese a perder el siguiente partido, los tres próximos cayeron del lado de los Ducks y ganaron la segunda ronda en cinco partidos.
Aunque la franquicia se ha acercado, nunca ha amasado el mismo éxito que en 2007
La final de la Conferencia Oeste resolvió un dramático trasfondo. Giguere y Anaheim habían barrido a los Detroit Red Wings en la primera ronda de 2003, su último enfrentamiento en los playoffs, camino a la final bajo Mike Babcock, primer entrenador. Sin embargo, Babcock se incorporó a Detroit tras el cierre patronal de la 2004/05 y llegaba a Anaheim con sed de venganza. Con una plantilla similar de estrellas en ataque, defensa y portería, el choque sería competido. Jugadores como Pavel Datsyuk, Nicklas Lidstrom, Chris Chelios y Dominik Hasek estaban a la misma altura que los completos Ducks.
Los equipos se repartieron los primeros dos partidos. El Game 3 fue una paliza de los Wings en el Honda Center. Hasek detuvo cada tiro que le vino y propulsó a Detroit a una victoria por 5 a 0. Anaheim respondió en el Game 4 con su propio partido de cinco goles y venció por 5 a 3. Los Ducks terminaron el trabajo con dos victorias en el quinto y sexto partido para sacar su billete a la final de la Stanley Cup y a la ensaladera Clarence Campbell.
Los Ducks se veían las caras con los Ottawa Senators, otra plantilla con varios jugadores ilustres – Chris Phillips y Anton Volchenkov, pareja de robustos defensas, y Jason Spezza, Daniel Alfredsson y Dany Heatley en una misma línea del ataque. Heatley venía de anotar 50 goles en la temporada regular. Ray Emery ocupó la puerta de Ottawa en la postemporada y ganó 13 de 20 partidos.
Los dos primeros partidos cayeron a favor de Anaheim por el factor decisivo de un único gol en cada uno. En el tercer encuentro, Emery detuvo 19 disparos, aseguró el triunfo y recortó el déficit de la serie a la mitad. El Game 4 se decantó también por poco para los Ducks, que ganaron en el Scotiabank Place de Ottawa.
Con la oportunidad de ganar la Copa en casa, Anaheim no perdió el tiempo en el quinto choque y venció por 6 a 2. La Stanley Cup pertenecía finalmente a los Anaheim Ducks. Niedermayer ganó el trofeo Conn Smythe como el jugador más valioso de las eliminatorias. El primer equipo en llevar la Copa a California desfiló por las calles de Anaheim a finales de junio.
Aunque la franquicia se ha acercado y alcanzó la final de la Conferencia Oeste en 2015 y 2017, nunca ha amasado el mismo éxito que en 2007. Esta temporada, el último reducto de aquel equipo ganador, Ryan Getzlaf, el joven que aprendía de Teemu Selanne, ha colgado los patines como una leyenda de Anaheim y del deporte.
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