La NHL está llena de tradiciones más o menos conocidas, algunas con un status oficial y muchas otras que sin querer se han vuelto habituales dentro del círculo de la mejor liga de hockey del mundo; en esa última guisa se encontrarían los partidos de los Original Six en el Estado de Florida los últimos días del año.
Una de las cosas más laboriosas que existen a la hora de configurar el calendario anual de los diferentes equipos de la liga es cuadrar todos los encuentros con los diferentes eventos que se disputan en cada uno de los pabellones de la NHL, sean choques de la NBA o NLL o por el contrario conciertos y demás temas culturales.
Al realizar dicha titánica faena se intenta además copar los intereses propios de los conjuntos, en este caso los de Florida Panthers y Tampa Bay Lightning, los cuáles se ven inmersos en una serie de enfrentamientos ante franquicias consideradas históricas cerca de año nuevo.
Cats y Bolts frente a los Original Six
Hace años, cuando era más difícil vender las entradas para los partidos de los Panthers, no tanto para los Bolts los cuáles siempre han tenido una mejor publicidad fuera del hielo, se introdujo la idea de llevar a las franquicias del grupo denominado Original Six hasta Florida coincidiendo con el fin de año e incluso año nuevo para enfrentarse a los dos equipos locales.
Dichos enfrentamientos contaban, y cuentan, con el atractivo de celebrarse en unas fechas muy señaladas, rivales históricos y un gran desembarco de aficionados ‘norteños’ (estados del norte de EE.UU. y Canadá muy habituados al hockey) los cuáles disfrutan de un retiro permanente en tierras más calurosas o pasan unas navidades lejos del frío de sus hogares deseosos de seguir viendo a sus respectivos equipos. De esta forma, tanto Florida como Tampa Bay lograban unas buenas taquilladas, muy por encima de la media habitual en el resto de choques. En el caso de los Panthers, incluso en alguno de estos partidos se estableció el récord de asistencia de público en temporada regular con más de 20,000 personas en un recinto con capacidad oficial para 19,975.
Este dogma ya no es tan certero en la actualidad, los Bolts han ganado varias Stanley Cups ha lo largo de su historia y acumulan muchísimos sold outs (todo vendido) en las últimas temporadas con una excelente publicidad entre su parroquia local y un rendimiento en el hielo de los mejores de la liga además de un propietario muy cuidadoso con todo lo relacionado con la franquicia. En los Panthers durante décadas costó sangre y sudor vender las entradas y los abonos de temporada, el producto ofrecido en la pista y la mala promoción del equipo fuera de ella no ayudaba demasiado, pero la llegada de un nuevo mandamás a la franquicia cimentó las bases de lo que son ahora, campeones de la Stanley Cup y apreciados entre la fanaticada del sur de Florida.
Puede que actualmente no sea tan necesaria la idea de llenar los pabellones floridianos con mareas de aficionados rivales, sobre todo del norte, pero la tradición de poder ver a algunas franquicias originales en Florida mientras se disfruta de unas merecidas vacaciones navideñas o un fin de año lejos de casa no deja de ser atractiva, así que salvo un cambio de 180º en la política de calendarios de la NHL, los Habs, Leafs, Rangers (estos tres primeros los que más), Bruins, Red Wings y Blackhawks seguirán visitando Florida en los últimos días (del 27 al 31 de diciembre) de cada año sin excepción manteniendo viva una de estas tradiciones modernas no escritas.
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