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Historia

La dinastía de los New York Islanders

Tras el dominio en la temporada regular y la posterior decepción en los playoffs de 1979, Al Arbour decidió que ya no se preocuparía tanto por cómo terminara su equipo en la clasificación.

En la 1978-79, el equipo terminó con el mejor récord en la NHL y lo aseguró con tres goles en el tercer periodo del último partido de la temporada contra los New York Rangers. Bryan Trottier ganó el Hart Memorial Trophy como el MVP de la liga y capturó el Art Ross Trophy por el mayor número de puntos, mientras que el jugador de segundo año Mike Bossy anotó 69 goles, que también lideró la liga.

Pese a su dominio en la temporada regular, los New York Islanders cayeron en los playoffs con una derrota sorpresa en las eliminatorias, esta vez ante los Rangers en las semifinales. Mientras el equipo abandonaba el Madison Square Garden, los aficionados de los Rangers se arremolinaron y lanzaron objetos contra el autobús del equipo. Los profesionales del hockey y los periodistas se preguntaban si los Islanders eran capaces de ganar los partidos importantes para conseguir una Stanley Cup.

Desde la izquierda, los jugadores de hockey canadienses Clark Gillies, Bryan Trottier y Mike Bossy, de los New York Islanders. Getty Images

Al Arbour, entrenador de los Isles, centró la energía de su equipo en cómo se desempeñarían en los playoffs. En 1980, los Islanders no llegaron a la marca de los 100 puntos por primera vez en cinco años y sumaron únicamente 91 unidades. Sin embargo, rompieron el molde finalmente y ganaron la Copa. Antes de las eliminatorias, Bill Torrey tomó la difícil decisión de traspasar a los populares veteranos Billy Harris y el defensa Dave Lewis a los Los Angeles Kings por el center de segunda línea Butch Goring.

Completando el rompecabezas

La llegada de Goring se ha bautizado como la “última pieza del puzle”. Jugador fuerte y versátil, su presencia en la segunda línea aseguró que los rivales ya no fueran capaces de centrar sus esfuerzos defensivos en la primera línea de los Islanders – Bossy, Trottier y Clark Gillies. Las contribuciones de nuevos compañeros como los extremos Duane Sutter y Anders Kallur y los defensas puros Dave Langevin, Gord Lane y Ken Morrow, que venía de ganar el mítico oro estadounidense en las Olimpiadas de 1980, también fueron importantes en el éxito de New York.

Poco a poco pero con paso firme, la dinastía de los Isles empezaba a tomar forma

En las semifinales, los Islanders se enfrentaron a los Buffalo Sabres, que habían terminado segundos absolutos en la clasificación de la liga. New York ganó los primeros dos partidos en Buffalo y prosiguieron para ganar la serie en seis partidos y alcanzar las finales por primera vez en la historia de la franquicia, donde se enfrentarían a los campeones de la temporada regular de la NHL, los Philadelphia Flyers. En el primer partido en Philadelphia, los Islanders ganaron por 4 a 3 mediante el gol en superioridad de Denis Potvin en la prórroga. Ganando la serie por 3 a 2, viajaron a Long Island para el sexto partido. En ese encuentro, New York desperdició una ventaja de 4 a 2 en el tercer periodo, pero Bob Nystrom marcó en la prórroga para dejar en casa la primera Stanley Cup del equipo.

La estrategia de Torrey de construir a través del draft salió bien y los jugadores que más contribuyeron al campeonato de 1980 eran de la casa o habían pasado gran parte de su carrera en la NHL en la organización de Nueva York. Asimismo, los Islanders fueron el primer equipo de la liga en ganar la Copa con europeos – Stefan Persson y Kallur – en su plantilla.

El capitán de los Islanders, Denis Potvin levanta la Stanley Cup rodeado de compañeros. Getty Images

New York dominó la siguientes dos temporadas. Bossy anotó 50 goles en 50 partidos en 1981 y los Islanders perdieron únicamente tres partidos de playoff camino a derrotar a los Minnesota North Stars en cinco partidos para ganar la Stanley Cup. Durante su barrido de los Rangers en la semifinal, los aficionados de Long Island empezaron a burlarse de los Rangers con el cántico de “¡1940!” – en referencia a la última Copa del rival en 1940 hasta 1994.

En la 1981-82, los Islanders ganaron un entonces récord de 15 partidos seguidos camino a los 118 puntos, mejor registro de la franquicia. Bossy estableció el récord anotador de los extremos derechos con 147 puntos en un calendario de 80 encuentros. New York ganó el President’s Trophy, aunque en los playoffs fueron por detrás de los Pittsburgh Penguins al final del tercer periodo del decisivo quinto partido antes de que John Tonelli anotara tanto el gol del empate como el ganador en el tiempo extra. Después de derrotar a los Rangers en seis partidos, barrieron a los Quebec Nordiques y los Vancouver Canucks para su tercer campeonato seguido.

Los jugadores que más contribuyeron al campeonato de 1980 eran de la casa o habían pasado gran parte de su carrera en la NHL en la organización de Nueva York

El año siguiente, los Edmonton Oilers y su joven superestrella Wayne Gretzky tuvieron una mejor temporada regular, pero los Islanders los barrieron en las finales por la Copa para ganar un cuarto título consecutivo. Billy Smith se hizo con el Conn Smythe Trophy tras apagar la máquina anotadora de los Oilers. Gretzky no celebró un solo gol en la serie.

Después de ese partido, los jugadores de Edmonton pasaron por delante del vestuario de New York y se sorprendieron al ver a los campeones exhaustos. Jugadores de los Oilers como Gretzky y Mark Messier dijeron que en ese momento se dieron cuenta de lo mucho que les costaría realmente ganar la Stanley Cup. Pues bien, la Dinastía de los Islanders lo logró cuatro campañas seguidas.

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