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Historia

Gary Bettman, el guía que llevó a la NHL al siglo XXI

En un proceso en el que ha creado multitud de enemigos, Bettman ha transformado en su largo mandato a la liga de hockey más potente del mundo.

El 11 de diciembre de 1992, la junta de gobernadores de la NHL elegía como cabeza de la liga a Gary Bettman, no lo haría en calidad de presidente como sus antecesores, si no como comisionado.

La NHL arrastraba problemas que amenazaban su supervivencia y exigía cambios que la pusieran en el buen camino, empezando por mayores atribuciones para el ejecutivo principal de la liga.

Los antecedentes

En 1992 las cosas no andaban bien en la NHL, la liga celebraba su 75 aniversario con la sombra de los problemas laborales, ya que el convenio colectivo (CBA por sus siglas en inglés) expiraba tras el mes de abril dejando la celebración de los playoffs en el aire. El entonces presidente de la liga, John Ziegler, consiguió firmar un acuerdo de emergencia con el sindicato de jugadores (NHLPA). Un acuerdo en el que los propietarios de los equipos no salieron muy bien parados, pero al que debieron plegarse ya que necesitaban los ingresos de los partidos de postemporada para salvar las cuentas ante la escasez de los ingresos televisivos.

Los problemas económicos devoraban a una NHL que poco tenía que celebrar en su 75 aniversario

Esa fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los propietarios ya que la falta de ingresos por derechos televisivos fue responsabilidad directa de Ziegler al firmar en 1987 un acuerdo con Sports America Channel, un canal con mucho menos impacto que el otro candidato ESPN, perdiendo la posibilidad de ganar popularidad para el hockey en Estados Unidos que suponía la llegada de Wayne Gretzky a Los Ángeles Kings desde Edmonton Oilers.

John Ziegler | X.com

Así en el mes de junio tras la entrega de la Stanley Cup, desde la propiedad de las franquicias se presionó a Ziegler para que abandonara su puesto, y decidieron crear el puesto de comisionado. Una decisión que era algo más que un cambio de nombre, más atribuciones y un mayor control de la liga eran los complementos que le acompañaban.

Una decisión importante necesita su tiempo, y aunque el verano sin hockey se hace muy largo para los aficionados, para los grandes asuntos se hace demasiado corto y había uno prioritario, la mejora de los derechos televisivos. Esa tarea recayó en los hombros del que sería último presidente de la NHL, Gil Stein, que cumplió la misión principal que se le encomendó, acabar con el ruinoso contrato de Sports America Channel y firmar uno con mayor proyección con ESPN. Tras sacar ese acuerdo adelante, todo estaba listo para la llegada del nuevo factótum de la liga.

Comienza la era Bettman

Sería ya el 1 de febrero de 1993 cuando Bettman accedería al fin al cargo para el que había sido elegido y que sigue ocupando al día de hoy. Una andadura que comenzaba sin experiencia en el mundo del hockey como tal, pero si fogueado en la gestión deportiva, ya que estuvo ligado a los departamentos legales y de marketing de la NBA durante el mandato de David Stern.

Gary Bettman al poco de ser nombrado comisionado de la NHL en 1992 | The New York Times

Su experiencia a la hora de vender baloncesto fueron sin duda una razón para su elección y poner al hockey en primer plano ha sido uno de los puntos cardinales que están marcados en la brújula de su mandato, y como no, meter a la liga en vereda en el aspecto financiero sacando a la NHL de una espiral de pérdidas que la condenaban a la inviabilidad, y ha demostrado que no le iba a temblar la mano a la hora de conseguirlo.

Las luces y las sombras

No hay que ser muy agudo para saber que tras más de 30 años de mandato en un cargo en el que los propietarios de los equipos tienen siempre tu cuello a su disposición, el balance general del mismo da saldo positivo, pero esa consecución no ha implicado un aplauso unánime a su gestión, y de hecho desde la parte de los aficionados puede decirse que hay una contestación muy relevante.

Bettman | Youtube

Y es que una de las piedras angulares de la actual estabilidad y prosperidad de la NHL actual, deviene de la dureza negociadora con los jugadores para establecer un límite salarial duro, que ahora es una de las señas de identidad de la liga, pero que para conseguirse, se llevó por delante la temporada 2004/05 con un cierre patronal que todavía no ha sido perdonado por muchos fans.

No es esa la única bala que tienen en la recámara aquellos que censuran a Gary Bettman, el empeño en mantener una franquicia que llevaba años herida de muerte en Arizona, hasta que la realidad ha obligado a recolocarla en Salt Lake City, que la expansión en Estados Unidos se haya podido hacer a costa de las franquicias canadienses, su postura tibia ante la relación plausible entre la práctica del juego y las conmociones cerebrales o ante el escándalo de abusos que se produjo en los Chicago Blackhawks, manchan su desempeño.

Su determinación le ha hecho responsable principal de sus triunfos y fracasos

Pero frente a eso hay hechos que de manera indiscutible, justifican la posición de Gary Bettman como persona más influyente del hockey en el momento presente, como son la llegada y estabilización de la NHL a lugares de Estados Unidos que solo conocían el hielo que se guarda en el congelador de la nevera, el crecimiento de la media de los salarios de los jugadores a pesar del límite salarial, el incremento del valor de las franquicias y el diluido en el recuerdo por su lejanía pero importantísimo logro de hacer que la participación de los profesionales en Norteamérica en los Juegos Olímpicos sea la norma y no la excepción.

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La llegada de los partidos disputados al aire libre con el Winter Classic como nave insignia y elemento publicitario de la NHL en Norteamérica culminan la operación de conquista a nivel local, pero las Global Series que se juegan en Europa, más otros partidos disputados en China o Australia, indican que la liga más importante del mundo no quiere limitar su impacto a su público objetivo, si no que el mundo entero es su campo de juego, muy lejos del nicho canadiense y noreste de los Estados Unidos origen y guardián de la tradición de la NHL.

Todo esto figura ya en la hoja de servicios de Gary Bettman, un hombre con las ideas claras y como llevarlas a cabo, con errores que han acompañado a sus aciertos que han sido mayoría. Un hombre cuyo carácter se puede resumir en su actitud durante el draft 2023 que respondió a los abucheos animando a los fans a que podían hacerlo mejor, genio y figura ¿hasta la sepultura? A sus 72 años de edad aún le queda cuerda para rato pero inevitablemente la retirada está más cerca que lejos.

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