Hace unos meses, los Chicago Blackhawks fueron el centro de la polémica después de que se diera a conocer la conclusión final del informe (investigación) sobre la agresión sexual ocurrido en la franquicia de Illinois en 2010, cometida por Ben Aldrich sobre Kyle Beach. Varios fueron los nombres que tuvieron que dimitir debido a su inacción ante tal asunto una vez les llegara la noticia del incidente entre manos, destacando las bajas de Stan Bowman como General Manager de Chicago y Joel Quenneville, ahora ya ex entrenador de los Florida Panthers.
Todo esto se une a la polémica general en los deportes norteamericanos y la eliminación progresiva de los apodos, logos y mascotas referentes a los nativos americanos, siendo los ejemplos más llamativos el de los Washington Redskins, Cleveland Indians (ambos equipos con cambio de nombre y logo), Kansas City Chiefs, Atlanta Braves y Chicago Blackhawks. Aquí vuelve a aparecer el conjunto de la ciudad del viento, aunque en este caso de momento no ha sido el mayor blanco de las críticas si que ha empezado a llegarle una presión creciente.
Algunas voces han comenzado a destapar la posibilidad de hacer un borrón y cuenta nueva en la franquicia de los Blackhawks, rediseñando por completo el logotipo y apodo para darle una nueva marca y enfoque que corte con el pasado más reciente, pero esta idea no es ni mucho menos compartida por todo el mundo relacionado con el equipo de Chicago.
¿Que se ganaría?
Seguramente la imagen dañada en estos últimos años de investigación e informaciones filtradas a la prensa, podría verse restablecida con una nueva marca principal, cortando por lo sano y creando una desde cero pero manteniendo la historia. A ojos de la gente de Chicago, un soplo de aire fresco después de tanta podredumbre alrededor de la franquicia significaría el inicio de un proyecto nuevo, ilusionante y respetuso de principio a fin con las tradiciones de los nativos americanos. Dando a entender el cambio de rumbo de la franquicia en temas sensibles para la sociedad actual.
Cabe destacar que ni mucho menos sería la primera franquicia Original six en adoptar un cambio de marca radical, Detroit nació como Cougars para pasar a ser los Falcons y establecerse como Red Wings, también los Maple Leafs originariamente fueron los Arenas y más tarde St. Patricks; incluso los mismísimos Blackhawks (cambio menor) hasta el año 1986 se apodaban como Black Hawks, con las dos palabras separadas.
¿Que se perdería?
Ningún cambio de marca deja a todo el mundo satisfecho, en el caso de Chicago, al tratarse de una franquicia de las más históricas de la liga, ha ido dejando un pozo de recuerdos en la gente que no sería nada fácil de cambiar. También su logo es de los más bonitos teniendo en cuenta los resultados de las diferentes y periódicas encuestan sobre estos temas que van saliendo con el paso de los años, poniendo al de los Hawks en el top 5 en la gran mayoría de las ocasiones.
También es de recibo el esfuerzo que han puesto desde la franquicia en explicar y contar lo respetuosos que son con la historia de los nativos americanos, siendo el logo más un homenaje hacia ellos que no un mote o escudo burlándose o denigrando su cultura. El rediseño total de la marca significaría perder una parte de la historia de la liga, incluso puede que muchos fans de bajarán del carro de los Blackhawks debido al cambio de identidad.
Conclusión
Sea cuál sea la decisión final, tendrá sus argumentos sólidos a favor y en contra de igual forma, generando críticas en las redes sociales de forma exponencial. Aun así, personalmente creo que la actitud mostrada por Rocky Wirtz, propietario de la franquicia, ha sido la adecuada en estos momentos tan delicados para el club, siendo rotundos en su repulsa hacia esos actos acontecidos, también muy respetuosos y propositivos verso las demandas y propuestas de las diferentes asociaciones de nativos americanos de la zona.
Así pues, vería con buenos ojos el mantenimiento de la marca pero con una profunda ‘limpieza’ de todos los elementos tóxicos que la han ensuciado, sea en los niveles que sea, incluso sacrificando algunos jugadores importantes que no reaccionaron como se esperaría de ellos, todo esto pensando más en la organización que no en el presente más inmediato en el hielo (ya de por sí muy malo este año). También seguir el camino ya iniciado en explicar el significado de la marca, intentando acercar más la comunidad de nativos americanos de Illinois hacia la franquicia, que se la sienta como propia y representativa .
Una solución conservadora que ayudaría a mantener una de las franquicias más famosas de la liga en liza, tal y como se la ha conocido desde toda la vida.