Todo aficionado a la animación japonesa sabe que cada temporada no falta al menos una serie de género deportivo, gran cantidad de disciplinas han pasado por los estudios de animación, encabezados por el deporte rey en el país nipón, el béisbol, y otros muchos más como el cada vez más popular fútbol, atletismo, baloncesto o voleibol, pero ni rastro del hockey.
Por eso cuando se anunció para el otoño de 2021 por parte de la empresa de videojuegos DMM games y la agencia publicitaria CyberAgent que se emitiría un anime dedicado al hockey, más de uno se relamió al ver por fin que podría tener una serie de referencia en lo que respecta a su deporte favorito. Unas expectativas que podrían verse reforzadas por el apoyo que la misma federación japonesa de hockey le dio al proyecto, así como el equipo local de la ciudad de Nikko, los Ice Bucks de la Asia League Ice Hockey.
El argumento
La historia comienza con un grupo de chicas de secundaria en la ciudad de Nikko, a 150 kilómetros de Tokio, que forman parte del club de bordado de su escuela. Un día una de ellas se topará con el anuncio de la pista de hielo local que ofrece clases de iniciación al hockey y convencerá a sus compañeras para ir a probar.
En la pista se encontrarán con la entrenadora , Yoko Matsunaga, que hará todo lo posible para reclutarlas y unirlas a su equipo para conseguir su objetivo, llenar las gradas y convertir el hockey en un deporte de masas. Para esa misión no ahorrará en medios, incluyendo el utilizar un “baile de la victoria” que atraiga a los aficionados (en resumen, el fanservice que no falta nunca en esta clase de animes).
A partir de ahí empieza la aventura del hockey para estas jóvenes con el objetivo de llevar a su equipo a la élite nacional, ¿conseguirán las Dream Monkeys ser uno de los ocho equipos en la máxima competición?.
Los peros
La serie aunque ofrece muchos aspectos del hockey como la exigencia física, la camaradería y el puro espíritu de equipo o algunas reglas que son desconocidas para el público general, que es el público objetivo de la serie y no los aficionados acérrimos de este deporte, en muchos momentos se desvía de la acción en el hielo para sumergirse en aspectos propios del recuento de la vida de las protagonistas. Y es que otro objetivo de la serie, era servir como soporte para un juego de móvil desarrollado por DMM Games, “PuraOre! Pride of Orange: Smile Princess”, un juego para el público general, no para los locos del hockey.
¿Merece la pena?
Si no se está familiarizado con la animación japonesa, esta serie puede resultar aburrida, porque recurre a todos los tópicos de las series deportivas de instituto, incluido el “campamento de entrenamiento veraniego en la playa con los protagonistas en bañador”. Precisamente por eso, los que ya han visto otras series de este tipo, ahora encontrarán el aliciente del hockey inmerso dentro del guión y un suplemento de diversión en el visionado de la serie.
Roto el hielo, seguiremos esperando ese anime que muestre otros aspectos más profundos del juego y que pueda ser más del gusto de los aficionados más incondicionales del deporte de equipo más veloz y apasionante del mundo.
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