En 2004 Fuji TV, una de las principales cadenas televisivas de Japón, se atrevía a llevar a la hora de máxima audiencia una serie con el hockey como telón de fondo. “Pride” ocuparía los lunes por la noche de la emisora para que muchos japoneses llegaran a tener un primer contacto con este deporte.
Siendo un producto destinado a ocupar un puesto privilegiado en la parrilla de emisiones, los implicados en el proyecto son profesionales de los más destacados en su campo, empezando por el guión del prestigioso en su país Shinji Nojima hasta la pareja protagonista, dos súper estrellas locales como Takuya Kimura y Yuko Takeuchi acompañados de un plantel de secundarios bien conocidos por la audiencia local.
Todos estos ingredientes fueron calculados para un éxito que llegó tanto en índices de audiencia como en premios profesionales.
Historia
Halu Satonaka (Takuya Kimura) es el capitán y jugador estrella de los Blue Scorpions, un equipo corporativo al estilo de los que existen en muchas empresas japonesas en los que los jugadores son a la vez empleados de la misma. Figura indiscutible, es el imán que arrastra al estadio a multitud de público, y líder absoluto tanto en el hielo, en el vestuario y por supuesto en el Face off, el bar en el que el hockey es el tema protagonista absoluto y lugar de reunión de los locos por el hockey.
Halu vive solo por y para el hockey, para él, el amor es solo un estorbo que puede impedir su progreso en su carrera deportiva y se toma el romance como un juego. Con esa mentalidad se aproximará a Aki Murase (Yuko Takeuchi), una empleada de su misma compañía que es arrastrada a las gradas de la pista por sus amigas para que intente superar un amor que quedó en suspenso dos años atrás.
Halu que no cree en el amor y Aki que sigue esperando a un novio ausente inician una relación que comienza como un juego y que progresará con el transcurrir de los episodios, en los que llegaremos a conocer las razones que han llevado a ambos personajes a tener la visión de la vida y las relaciones íntimas con la que comienzan el relato. El guionista no desperdicia el plantel de secundarios de prestigio de los que dispone el casting de la serie y sus historias también tendrán una presencia importante en la pantalla.
La presencia del hockey
Cómo dirían los buenos de Èric, Víctor y Moi, Hablemos de Hockey. Para ser claros, Pride no es una historia de hockey, es una historia de amor con un trasfondo de hockey. Aún así el deporte tiene una presencia bastante importante con escenas rodadas principalmente en la pista que acogió el torneo olímpico en Nagano seis años antes y en el Kirifuri Arena de Nikko.
La ficción en imagen real sobre hockey tiene el gran inconveniente de que es muy difícil convertir en patinadores de nivel a actores que no han tenido contacto antes con el hielo y mucho menos con el stick y la pastilla. Aún así los diferentes directores de la serie a través de planos lejanos rodados con dobles y sobre todo planos cortos de los protagonistas que disimulan mejor sus carencias, resuelven las escenas de unos partidos casi siempre rematados con goles agónicos en el último segundo (ya se sabe, por propósitos dramáticos).
Aún así, aunque los aspectos técnicos del hockey no estén muy presentes, otros muy característicos de este deporte, como la camaradería y espíritu de equipo, el esfuerzo, el levantarse nada más caerse, la minusvaloración del dolor y el desprecio al riesgo por seguir jugando si que salen a la palestra en el desarrollo de la historia.
Curiosidades
Cómo se ha comentado anteriormente, no se identifica la ciudad donde transcurre la acción, algo comprensible porque se sitúan en un mismo lugar escenarios de diferentes ciudades dando lugar a un entorno ficticio. De hecho el edificio de la empresa de los protagonistas y un puente que juega un papel crucial están en Yokohama pero el estadio de los Blue Scorpions es el Big Hat de Nagano, sede olímpica de 1998 y la final del torneo se filmó en el Kirifuri Arena que es también el escenario principal de la serie de animación PuraOre.
Uno de los puntos fuertes de la serie, es la inclusión de canciones de Queen en la banda sonora, con “I was born to love you” como tema principal en unos títulos de crédito que venden más hockey del que contiene la serie, pero nos recuerdan porque este deporte es tan apasionante y bello. Y esto trajo una vuelta al primer plano de la popularidad al grupo británico que había pasado a un estatus menor en los años anteriores.
Ese mismo año 2004, Yutaka Fukufuji se convirtió en el segundo japonés elegido en el draft de la NHL (puesto 238, undécima elección de la octava ronda por Los Ángeles Kings), pero ni este hecho junto al éxito de la serie sacaron al hockey de su nicho. Por cierto, Fukufuji es el único japonés de origen que ha jugado en la NHL, cuatro partidos en enero de 2007 estuvo bajo la portería de los angelinos. Hoy día, sigue en activo bajo la disciplina de los Nikko Ice Bucks de la Asia Hockey League. Esto junto a la popularidad de la serie podría haber resultado en un boom, pero el hockey no terminó de salir de su nicho en el país nipón.
Son pocas las ocasiones en las que nuestro deporte es protagonista en las horas de máxima audiencia en un país fuera de los que es un deporte popular, pero Pride, es una de ellas.
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