Vivimos en una época de emergencia climática. La sociedad se va haciendo a la idea del aumento progresivo de temperaturas, la creciente inestabilidad de las inclemencias climáticas y de cómo sólo podemos evitar que se acelere aún más. Ya nos planteamos las energías renovables como una alternativa a las tradicionales y calculamos nuestra huella ecológica para tratar de dejar un mundo menos terrible a las generaciones futuras. Compramos vehículos eléctricos para minimizar la emisión de gases en la atmósfera. Nos fijamos de dónde sale la electricidad que consumimos en nuestros hogares. Limitamos el uso de aires acondicionados y bombas de calor.
En este contexto de ahorro energético y minimización de nuestra presencia en la tierra, ponemos la lupa en el consumo desorbitado de electricidad. Además los costes de la energía están por las nubes y ayuda a los más escépticos de la moral ecológica si les tocan además el bolsillo. Debido a la guerra de Ucrania, dicen, el coste energético se ha disparado.
El mundo del deporte no escapa. Se cuestionan iluminación, consumo de agua en el riego automático, climatización de piscinas y también, entre otros muchos, el coste de mantenimiento de una pista de hielo. Según un estudio encargado por la empresa especializada en pistas sintéticas Xtraice, el coste monetario del mantenimiento de una pista de hielo tradicional es aproximadamente de unos 7.000 € mensuales en nuestro estado. Hacer viable ese coste elevado no es sencillo.
La misma empresa que realizó el estudio comercializa pistas de polietileno ensamblado de muy fácil montaje. Parece que se trata de un material que se va autolubricando y por tanto tiene unas prestaciones más altas hacia otras superficies similares que se montaban como alternativa al hielo hasta no hace demasiado.
Para patinar sobre el plástico pulido se utiliza el mismo patín pero debe afilarse más a menudo dado que el desgaste que se produce es superior que el que supone patinar sobre hielo. La limpieza y mantenimiento que necesita esta superficie es similar a una máquina limpiadora por agua a presión. Poco más.
En el estado español, el coste monetario del mantenimiento de una pista de hielo tradicional es aproximadamente de unos 7.000 € mensuales
Al parecer, en este tipo de pistas hay equipos que entrenan sobre este plástico y sobre todo desde la pandemia, donde los desplazamientos se vieron fuertemente afectados, se ha disparado la demanda. Las posibilidades son las mismas que sobre hielo pero la adaptación es grande para los usuarios acostumbrados a la superficie helada. Cuesta más esfuerzo a los patinadores.
Ahora mismo es un material que se está imponiendo en las tradicionales pistas navideñas de las grandes ciudades. Son pistas que se construyen por un tiempo limitado y aparte del coste energético, seguro que los responsables valoran la comodidad de montaje, la limitada dependencia de energía y la sensación de deslizarse que busca el usuario, a menudo no demasiado prolongada en el tiempo. En estas épocas el romanticismo de realizar una actividad puntual al aire libre suele ser breve y esto evita una de las críticas a este material.
Y es que quienes han patinado mucho sobre hielo y lo hacen sobre esta superficie no helada explican que si incrementas el abanico técnico con los patines es cuando sufres. Que por un rato, sabiendo que no vas al hielo y adaptando el material a la superficie, la experiencia es muy buena. Pero si aumentas el tiempo y quieres compararlo con el hielo, todavía no están al mismo nivel. Quizás una buena solución para empezar a experimentar la sensación de patinar pero todavía no equiparable. No dejan de ser opiniones, para todos los gustos.
Quizás un día el plástico ensamblado sea una alternativa real para las pistas de hockey hielo competitivo
Pese a la aparente simplicidad de mantenimiento y la facilidad de construir vemos cómo alguna franquicia en la NHL confía en ello, pero parece que para hacer alguna pequeña pista de entrenamiento o recreativa para quienes se inician en la práctica del hockey. Grandes recintos deportivos montan y desmontan con muy poco tiempo las pistas de hielo en pabellones deportivos que horas antes han alojado a otros deportes o eventos. Madison SG, TD Garden etc. A nivel del fácil montaje y desmontaje sería una auténtica revolución para estos recintos que en pocas horas deben pasar del baloncesto al hockey hielo, por ejemplo.
A simple vista podría parecer que cuando la tecnología realice su magia será una alternativa clara a las costosas pistas de hielo. Por el momento es una idea utópica que permitiría ver equipos de hielo en ciudades donde no existe este tipo de instalaciones de deportes de invierno. En España la falta de instalaciones y la saturación de las existentes tienen en muchos deportes de hielo estancados y helados desde hace décadas. Quizás un día sea una solución el plástico ensamblado y cuando esto ocurra, al igual que se abandonaron las pistas al aire libre, veremos desaparecer el hielo como superficie para la práctica del hockey. Ahora mismo me atrevería a decir que todavía estamos lejos de ese momento.
Agradecimientos Alex Robrenyo (Slide Sports) y Reyes González de Xtraice
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