Al finalizar la temporada 18/19, Brad Lambert abandonó Lahti Pelicans para firmar por HIFK. Un año más tarde, abandonó esta entidad para unirse a JYP, de la cual se ha desvinculado recientemente para unirse, de nuevo, a Lahti Pelicans. Cuatro años, y muchos cambios para la formación de una estrella que ha tenido altibajos, pero que no nos deben hacer perder el foco del buen talento que se está cocinando en Finlandia.
Brad Lambert no es el nombre que esperas de un jugador nacido en Finlandia. Sus raíces familiares están, eso sí, muy vinculadas a este deporte, siendo el máximo exponente su tío Lane, quien actuó en la NHL durante 283 partidos y tuvo una buena carrera profesional. Su primo, Jimmy Lambert, nació en Gran Bretaña y actualmente es uno de los capitanes de los Michigan Wolverines en la NCAA, un equipo que recoge a un gran número de futuro talento NHL, como Owen Power, del que también hemos escrito en esta página. Pero Lambert es finés por parte de madre, además de nacido en Lahti, séptima ciudad más poblada de Finlandia. Es además en Finlandia donde ha desarrollado prácticamente toda su carrera formativa, aunque con unos cuantos cambios que han desembocado en un curioso círculo que pasamos a contar en este artículo.
Este video de Brad Lambert en el Hlinka Gretzky, evento referencia para ir conociendo a las estrellas del futuro, es uno de los primeros momentos donde pudimos ver la extensión del talento de Lambert. Su participación en este evento le llevó a un artículo en IIHF, donde conocimos su personal, y al candelero de la promoción junto a Shane Wright y Matthew Savoie. El trío de élite para el 2022 ya estaba formado, pero con tanto tiempo por delante, todavía quedaba mucha tela que cortar.
Vamos a empezar a dibujar el círculo: Brad Lambert decidió cambiar Pelicans, donde había desarrollado buena parte de su carrera formativa por HIFK, al finalizar la temporada 18/19. Cambiaba Lahti por Helsinki. Su ciudad natal por la capital. Y fue en HIFK donde debutó con tan solo 16 años en Liiga. Disputó tan solo cuatro partidos esa temporada, algo comprensible por edad, y donde pudo sumar 2 asistencias, pero no inauguró su contador de tantos. Primeros compases entre profesionales, pero decidió que los siguientes no serían ya con esa camiseta. No permaneció en HIFK para intentar un nuevo asalto a la competición. Helsinki es una plaza difícil para irrumpir, y decidió firmar con JYP, una entidad más cercana al desarrollo joven.
La temporada 20/21 se fue a los 15 puntos en 46 partidos, compartiendo plantilla con jugadores cuyos derechos también están en posesión de entidades NHL como Patrik Puistola, quien esta temporada está cedido en Jukurit junto a Äatu Räty, otro talento finés, Anttoni Honka, el físico Samuel Helenius, con quien ha mostrado mayor vinculación sobre el hielo como veremos más adelante, Patrik Siikanen, Aleksi Malinen, Ville Ottavainen, Joni Jurmo, y hasta jóvenes canadienses como Ty Dellandrea y Carson Lambos pasaron por el hielo con JYP en Liiga durante algunos partidos, debido al cierre de las temporadas CHL. Buenos números, buena compañía en una situación similar, tratando de llamar la atención del máximo nivel y formarse para ser mejores. Para ser el tercer equipo en tres años de Lambert, no había tenido un mal estreno en Liiga como miembro regular de la competición, y teniendo en cuenta su temprana edad. Pero las cosas cambiaron de nuevo al año siguiente, lo que nos lleva a la presente temporada.
En los mini-World Juniors que hemos podido ver este año, vimos a un muy buen Brad Lambert. Vimos al que todos queríamos finalmente ver, porque su 21/22 en JYP estaba siendo muy discreto, tanto que Joakim Kemell, su compañero tanto de selección como de equipo, le había superado como referencia de Finlandia en la promoción. Vimos en Lambert a ese jugador dinámico, descarado, atrevido, de largas conducciones, de acciones talentosas, y capaz de desmontar a las defensas rivales. Por el contrario, Kemell entraba en un mejor momento pero, si bien buscó esos puntos como es habitual, esos remates a portería con la facilidad que tiene, no se dejó ver tanto como Brad. Mostró sobre el hielo esa buena química con su compañero en JYP, Samuel Helenius. Se mostró muy versátil en las situaciones de superioridad, siendo tanto el que realizaba la zone entry, que es como se determina a la acción de entrar con el puck a la zona ofensiva rival, como rematador desde una de las alas. Mostró que desde el minuto uno quería demostrar a todos que no se había ido a ningún sitio.
Pero el nuevo año, nos trajo un nuevo cambio de equipo. Brad Lambert decidía, por iniciativa personal –todo lo personal que pueda ser en un chico de tan solo 18 años pero con un rumoreado entorno muy decisivo-, abandonar JYP. La WHL emergía como una opción, como ya se escribió en septiembre antes de empezar su segunda temporada con JYP. Los derechos de Lambert estaban en posesión de los Saskatoon Blades, y no solo ahora, sino en el momento que abandonó HIFK, ya se iniciaron los rumores de un posible salto a Canadá, lo cual tampoco hubiese sido raro por las raíces familiares antes comentadas. Todos estos cambios también no hacían más que alimentar los rumores de una mala gestión parental, problemas de adaptación, de carácter, de querer saltarse pasos formativos, de querer ser punta de lanza antes de haber demostrado lo necesario, algo habitual en casos como este, si bien cuatro equipos en cuatro años no es una trayectoria normal en alguien a tan temprana edad. Horas después, Pelicans Lahti anunciaba la vuelta del hijo pródigo. Brad Lambert volvía para reforzar a los suyos en el tramo final y decisivo. Su estancia en JYP, temporada y media, incluyó algunos pecados de juventud, como sacarle el dedo al banquillo rival después de recibir un tanto en contra, pero también buenos momentos, como este wrister en superioridad tras una buena apertura de juego desde la zona de vallas con un pase en diagonal. También se ha lesionado, también ha tenido minutos por partido variables, una temporada bien definible como montaña rusa, y de poca producción estadística.
Esta nueva decisión, también tiene un punto deportivo considerable y es que en el momento del cambio, JYP ocupaba la última posición en Liiga mientras que Pelicans estaba en octava posición, dentro de Playoff, y por lo tanto en disposición de hacer una temporada más larga y verse envuelto en momentos decisivos. HIFK, su ‘otro’ equipo en esta rueda, ocupaba la primera posición, tan solo un punto por delante de Ilves. El detalle curioso es que Pelicans había perdido cuatro de sus últimos cinco duelos en el momento del cambio, dos de ellos ante JYP y HIFK. Tampoco es una mala decisión por parte de Pelicans, el reforzarse con un jugador que conoce la casa y más para estos tramos de temporada. El talento joven puede dar muchas alegrías, que se lo digan a Jukurit con la entrada de Räty, y Lambert necesitaba un cambio de escenario para recuperar ese rendimiento que habíamos perdido. Pasar a un equipo de mayor exposición, cambiar a un equipo con una política de jóvenes más marcada, cambiar para ayudar en casa y poder jugar más partidos a nivel profesional, han sido cambios explicables, si bien tanto cambio puede acabar afectando a la formación en cuanto a cambios de estilo, de compañeros, entrenadores, tácticas, de todo un poco. De hecho esta última temporada en Liiga hemos perdido un poco ese toque de Lambert, como él mismo hablaba en The Pipeline Show.
“Creo que estoy jugando bien, tengo oportunidades y simplemente no he podido anotar en mis oportunidades. No estoy teniendo mucha suerte con el puck”
Brad Lambert en The Pipeline Show.
Durante el proceso de formación toca afrontar momentos como estos. Tener ocasiones pero que no entren. Que las cosas no salgan como uno quiere. El contraste con esos últimos World Juniors, en los cuales la moneda sí salió cara. Lambert abandona JYP en la temporada 21/22 con una línea estadística de tan solo 2 tantos en 66 remates intentados durante 24 partidos y 13:45 TOI. El primero de ellos ese wrister que hemos visto antes frente a Sport. Además, ninguno de los dos tantos logrados sirvió para que JYP ganase el partido. Además, su situación en JYP estaba siendo muy variable dentro de la alineación, en importancia, en posición, pero también son situaciones que toca gestionar a nivel mental. Se reactivaba también de nuevo la rueda de las opiniones externas, y esa gira mucho más rápida.
El periódico Ilta Sanomat, en una ronda de opinión entre diferentes expertos en la competición local, mostró la enorme disparidad de opiniones sobre su situación, tildándola de otro nuevo “capricho” de Lambert en el titular, criticando al entorno de Lambert por la subasta sucedida con el jugador en los últimos años, pero también desde el punto de vista deportivo, como hemos comentado, por la situación de ambos equipos, y por el buen trabajo que puede hacer el entrenador Tommi Niemelä, si bien con un tiempo reducido, porque habrá que ver los siguientes pasos de Lambert una vez seleccionado en el próximo Draft. El propio periódico Ilta Sanomat comentaba en el momento del fichaje por Lahti, que al parecer ya habría habido intentos de marcha en verano, pero que no se concretaron, al no poder prometerle un tiempo de juego determinado. Su estreno con Pelicans frente a Lukko, dicho sea de paso, no fue nada positivo en cuanto a resultado.
Lambert afronta un final de temporada con muchas incógnitas por resolver. Su stock de cara al Draft ahora mismo es realmente muy variable, pero ha sufrido un duro revés en la listas más mediáticas, con un puesto 15 en la de Sam Cosentino de Diciembre, que le nombraba “the biggest enigma of the Draft”, al 18 de Craig Button en la lista de Enero. Su inestabilidad en cuanto a equipos es un punto de debate muy central sobre motivos más alejados de lo que sucede sobre el hielo, mñas vinculados a su carácter y al de su entorno. Ha tenido una primera mitad de temporada muy discreta en cuanto a producción, similar a lo sucedido con Räty la pasada temporada, y Äatu era un jugador que acabó cayendo a la segunda ronda después de ser proyectado como el número uno de la promoción, pero que con el cambio a Jukurit, y quizás también eliminando esa presión del Draft, se ha desatado.
Si bien ha tenido unos recientes World Juniors más destacados, venía de unos más modestos. Y hablamos de una promoción realmente abierta, donde a día de hoy ni el que esperábamos como sólido candidato al número uno del Draft, Shane Wright, tiene su puesto asegurado. Muchos jugadores con un stock muy variable, y en medio de todo esto, Lambert dando vueltas a un círculo con muchos puntos de debate, que veremos en qué desembocan finalmente. Enigmático, de entorno difícil, con disparidad de opinión en cuanto a su persona, pero interesante y talentoso como el que más.