Como buenos Original Six, han tenido mucho tiempo y muchos partidos para poder coger rencillas, manías y “piques” a lo largo de la historia de la liga. Para que entendamos lo profundamente arraigada que está la rivalidad entre los canadienses y los de Massachussets solamente hace falta dar el dato de cuándo inicia todo esto: 1929.
Sí, además del quiebro económico que sufrió la Bolsa en Estados Unidos no trajo solamente crisis económica, nos brindó el inicio de una rivalidad histórica entre dos equipos que a día de hoy siguen sin aguantarse. En esa temporada, Bruins y Habs se enfrentaron por primera vez en Playoff y ahí, nacía el conflicto. En los primeros años de competición, se repartieron dos series cada uno, hasta que en la temporada 1945/46 empieza la era más dominante de Montreal sobre Boston.
Nada más, y nada menos que 18 series ganadas por los canadienses a los osos a lo largo de más de 40 años. Un dato, que si eres de los Bruins, duele. Y duele mucho. Algunos podrán opinar que eso pasó “en blanco y negro”, pero como aficionado que vive con pasión una rivalidad tan fuerte y longeva, esas 18 series de playoff perdidas ante el máximo rival escuecen como si las hubieran vivido en persona.
Durante esta mala racha directa ante los Habs, Boston se alza con una Stanley en el 70 y otra en el 72, pero no fue hasta 2011 que no alzó otra vez la copa (41 años entre una y otra). Y si nos ponemos a revisar el gap de Montreal, empieza a ser sangrante. Su última Stanley Cup la ganan en 1993, hace 30 años. Desde entonces, ningún equipo canadiense se ha alzado con el amado trofeo de la NHL. En su haber hay 24 campeonatos, estamos hablando del equipo más laureado y con mucha distancia del segundo (Toronto Maple Leafs con 13).
Pero si hay una temporada que marca su disputa y que brinda un espectáculo memorable, es la serie a siete partidos que regalan Bruins y Canadiens en 1952
Por suerte, la rivalidad entre ellos no ha desaparecido aunque ambos hayan estado lejos de coronar desde aquel 1986 en la que Boston rompe la racha de victorias en Playoff de Montreal.
Temporada 1951/52
Los Bruins de Lynn Patrick perdieron ante los Canadiens del entrenador que les ayudó a levantar tres Stanleys; Dick Irvin. Siete partidos que dejaron muchas peleas, mucha tensión y cuentas pendientes que ayudaron a que hoy, la rivalidad entre ambos tenga tanto recorrido.
El capitán de los Bruins, Schmidt, lideró al equipo en esta ronda ayudado por Johnny Peirson y Dave Creighton. Mientras que por parte de los Habs, Maurice Richard y Floyd Curry se combinaban para marear a la defensa bruin. Muy destacable también las actuaciones de McNeil bajo postes.
La serie parecía que se iba a ir para Montreal, que se colocó 2-0. Pero Boston mostró firmeza y tesón para remontar y ponerse 2-3 y llegar al sexto partido con ventaja al jugar en el Boston Arena. Pero Montreal luchó y luchó para terminar llevándose el partido en la segunda prórroga. Schmidt y Creighton adelantaban a Boston y no fue hasta el final del partido donde Montreal gracias a su goleador Richard, empataba y llevaba el partido al tiempo extra. Ahí, sería Masnick quien decantara la balanza hacia los canadienses.
En el séptimo partido, Montreal conseguía ganar la serie con otro importante gol de Richard que adelantaba 2 a 1 a los Canadiens. Sería Reay quien certificaría el pase a la final con un gol en empty net.
Esta imagen de arriba dio la vuelta al país (o países) y se convirtió en una de esas fotografías icónicas que perduran a día de hoy. Puede verse el estado en el que llegaron ambos al final de la batalla pero con ese apretón de manos daban carpetazo al asunto.
Esa Stanley la terminó levantando Detroit. En la final, acusando mucho el cansancio y desgaste de la serie contra los Bruins, Montreal cedió por una barrida 4 a 0 ante unos Red Wings abanderados por Ted Lindsay y Gordie Howe y nada más y nada menos que el gran Terry Sawchuk bajo postes.
Si no habéis visto ni leído nada acerca del portero de Detroit hay una película de 2019 titulada “GOALIE” que relata su carrera y sus problemas personales. Jugador muy temido, seguramente de los que más en su época.
Destacable también, que la campaña de 1952 fue la primera que se pudo televisar.
En definitiva, toda rivalidad tiene un origen y la eliminatoria de 1952 durante la postemporada no hizo mas que certificar para las décadas venideras una de las mayores enemistades dentro del deporte norteamericano, la de Boston con Montreal.
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