Imaginen por un momento que un equipo de fútbol de barrio sin necesidad de ser profesionales a un nivel medio, puede desafiar al campeón de la Champions League a una serie de tres partidos para intentar arrebatarles el ansiado trofeo. Suena extravagante, ¿Verdad? pues hace muchos años en el hockey sobre hielo se podía intentar tal milagro.
En la fiebre del oro allá por 1890, había un pueblo llamado Dawson City en el territorio de Yukon, en Canadá, donde el hockey era el deporte rey. Compuesto en su mayoría por mineros, los Dawson City Nuggets era el equipo de Dawson City los cuales tuvieron la “osadía” de retar a los actúales ganadores de la Stanley Cup de 1904, el Ottawa Hockey Club.
El padre del trofeo Stanley, Frederick Stanley, donó este trofeo a Canadá para que cualquier equipo Amateur pudiera retar al equipo campeón
Y eso es lo que hicieron los osados mineros en el verano de 1904 al emitir un comunicado por el cual desafiaban a los actuales campeones, los Ottawa Hockey Club: “El Club de Hockey Klondike de Dawson Yukon desafía por la presente al Club de Hockey de Ottawa a una serie de juegos para la Copa Stanley, emblemáticos del campeonato de hockey de Canadá, bajo una serie de juegos que se jugarán bajo y de acuerdo con las regulaciones que rigen el trofeo en cuestión”.
Años antes este humilde equipo ya había intentado otro desafió contra Winnipeg sin llegar este a realizarse. Por eso cuando el equipo de Ottawa aceptó en diciembre de ese mismo año el desafío, el entusiasmo en el pueblo minero y en toda Canada fue total. La historia deportiva de este evento no fue gran cosa ya que perdieron los dos primeros partidos de la serie por 9-3 y 23-2 respectivamente a primeros de enero de 1905. Este último resultado sigue siendo el más abultado en la historia de los playoffs de la Stanley Cup.
Pero lo verdaderamente impactante de esta historia es el viaje que tuvieron que realizar desde su pequeño pueblo, hasta el lugar donde se realizaría el desafió; 6.400 km para llegar a Ottawa. Dicho viaje fue una auténtica odisea. Desde ir andando o en bicicleta, trineos tirados por perros todo ellos a temperaturas en la mayoría de las veces de -20º, trenes locales de mala calidad o los cinco días que tuvieron que estar parados en el pueblo costero de Skagway por llegar tarde y perder su tren.
Tal odisea dejó diezmado a parte de la plantilla. Desde ampollas en los pies de las largas caminatas, principios de congelación en algunas zonas del cuerpo o la incapacidad de poder entrenar en unas mínimas condiciones para afrontar el desafío. En ocasiones su único entrenamiento era saltar en el mismo sitio durante horas. El 11 de enero de 1905 llegaban a Ottawa, dos días antes del comienzo del evento y habiendo partido el 16 de Diciembre de 1904 a más de 4.000km de distancia. Finalmente el equipo lograría enfrentarse a los de Ottawa pese a todas las adversidades del camino.
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