En las transmisiones deportivas el público estamos muy acostumbrados a buscar los medios cercanos a nuestro equipo favorito para encontrar la complicidad de los profesionales simpatizantes que se ocupan de contar que sucede.
Existen medios de comunicación a los que se presupone una neutralidad en sus narradores que casi nunca se cumple. Sobre todo el problema se agrava en las celebraciones de los goles o en los análisis técnicos de jugadas polémicas. Los periodistas, que en esencia deberían contar las cosas con cierta objetividad han perdido esta característica por el camino o directamente son sustituidos por analistas de fuera del gremio.
En la NHL existen narradores de referencia en cada franquicia y en muchas ocasiones existe la posibilidad de escoger por una narración casera o visitante (home/away) que se adapta a tu simpatía
Incluso hay medios que muestran a su parroquia cómo han narrado una derrota dolorosa de un rival para aumentar el sentimiento anti hacia ese equipo. En muchos casos el sensacionalismo y fomentar la polémica es lo que vende. El rigor se aparca para dar paso a los sentimientos más fanáticos en los que esa objetividad periodística está ausente del todo.
Escoger entre narradores caseros, visitantes o neutrales
En la NHL existen narradores de referencia en cada franquicia y en muchas ocasiones existe la posibilidad de escoger por una narración casera o visitante (home/away) que se adapta a tu simpatía por el equipo de casa o por el de fuera, en ese partido. Es una solución ideal que sirve para satisfacer los momentos emocionales que se van a vivir durante un partido. Además los aficionados ven como a su equipo siempre le narra la misma persona, a menudo durante décadas, y por tanto están muy acostumbrados a su manera de hacer.
Esta duplicidad de recursos no puede mantenerse en otros lugares fuera del mercado americano. En los mercados alejados de hockey hielo existen narradores que saben mucho, que no esconden sus colores, pero que trabajan con lucidez, conocimiento y experiencia de sobra para dar datos para satisfacer la curiosidad del expectador y además son simpáticos por encantar al rival que le escucha. Sería un perfil de profesional con bastante neutralidad que explica datos y anécdotas de todos los equipos y que si tiene que tirar para casa lo hace descaradamente, aunque no importa demasiado.
Aún existen ligas y eventos más modestos en los que esto no ocurre. La transmisión del partido se confía al equipo o país local, la mayoría de las veces a sus voluntarios, que intentan emular a los grandes narradores que tienen de referencia. A estas personas además se les exige neutralidad y rigurosidad sin límites. Y con el anonimato que otorga el chat del directo incluso se critica abiertamente su trabajo. Cantar un gol de tu equipo es algo pero hacerlo de lo contrario cuando te estás jugando una liga, quizás no sea tan fácil. Pedir profesionalidad a alguien que no le trataras como tal parecería muy injusto a primera vista. Pero es que además estos narradores vocacionales en la mayoría de casos no han recibido ningún tipo de formación ni indicaciones mínimas de cómo desarrollar su labor: ya lo harás bien, sentido común son las consignas.
En definitiva, la tarea de narrar no es sólo ser elocuente, rápido y tener conocimientos suficientes. Es necesario un ejercicio de identificar a quién va dirigido y qué explicar en cada momento.
Te puede interesar…
.
Cargando ...
