En la NHL hay una regla curiosa que obliga a todos los equipos a tener un portero de emergencia en sus partidos como local. Os preguntaréis: ¿Este portero suplente forma parte de la plantilla? ¿Tiene contrato? ¿Entrena con el equipo?
No, no y no.
No es un jugador en plantilla del equipo. Normalmente es un portero amateur, retirado, de la NCAA o College, empleado de la franquicia que jugó en ligas menores… Pero, con una particularidad: este Emergency backup goalie está disponible tanto para un equipo como para el otro. En este caso, estos porteros «no se casan con nadie».
Deben presentar un estado de salud decente y tener experiencia mínima previa. El equipo completo de portero no es ligero y deben poder mantener el ritmo de un partido de la liga más exigente de hockey del mundo. La mayoría ha militado en equipos universitarios (NCAA, CIS), ligas menores (AHL, ECHL…), ligas juveniles como la OHL o ligas recreativas de los alrededores de la ciudad. Esta normativa es laxa, pero sí parte de un mínimo para poder firmar al EBUG.
Ha habido casos en el que el propio equipo local ha invitado al portero de emergencia a entrenos «lights» de la plantilla si uno de sus porteros está tocado o sale de una lesión, para garantizar que tienen ritmo de partido en caso de que fuera necesaria su participación. Estos goalies deben estar presentes en todos los partidos en casa del equipo. En la mayoría de pabellones, ya tienen un sitio específico de espera por si tienen que jugar.
Si el portero titular sufre un contratiempo o lesión, es el suplente quien ocupa su lugar. Pero si este también debe abandonar el hielo es ahí cuando el portero de emergencia hace su aparición. El equipo dispone de unos minutos para:
- Firma exprés de contrato por un día.
- Planchado de su nombre en la camiseta.
- Equipar al EBUG.
- Calentamiento y disparos a puerta para entrar en ritmo de partido.
El sueldo por ese partido suele rondar entre los 500 y los 1000 dólares.
Algunos casos mediáticos
Se dan varios casos en cada curso en los cuáles juegan porteros de emergencia pero siempre hay algunos que destacan por encima de otros, aquí están dos grandes historias para estos «EBUG»:
Scott Foster (29/03/2018) – Chicago Blackhawks
- 36 años, contable, portero amateur.
- Foster tuvo que salir al hielo tras las lesiones de Corey Crawford y Collin Dellia ante los Winnipeg Jets.
- Salió en el minuto 6 del tercer periodo. Detuvo los 7 disparos que recibió.
Aquí os tenéis un link de Youtube con la historia:
David Ayres (22/02/2020) – Carolina Hurricanes
- 42 años, conductor Zamboni, técnico mantenimiento Coca-Cola Coliseum.
- Portero de prácticas de los Toronto Marlies ( y en alguna ocasión de los Maple Leafs).
- Trasplantado de riñón en 2004, vio truncada su carrera.
- Tras lesiones de Remier y Mrazek, Ayres tuvo que saltar al hielo encajando primero dos goles, pero deteniendo los siguientes ocho disparos a puerta para garantizar la victoria de los Hurricanes por 6 a 3.
Aquí tenéis el vídeo del debut de Ayres:
Sin duda a los fans les encantan este tipo de acontecimientos, no tanto a muchas franquicias que hace tiempo que piden poder activar a tres porteros por partido para evitar la azarosa fortuna que puede depararte un portero de emergencia. Pero visto estos dos ejemplos, ¿no creéis que esta norma tan característica deja historias para contar en cualquier sobremesa? Sobre todo en casa de los Foster y los Ayres.
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