Desde los hermanos Bentley hasta la siguiente coincidencia de tres hermanos en una misma franquicia tuvieron que pasar 30 años. En esta ocasión nos trasladaremos hasta Kirkland Lake , en Ontario (Canadá). Fue allí donde Gus Plager, un prometedor jugador de hockey que vio truncada su carrera por una lesión, fue padre de tres hijos, Barclay, Bob y Bill.
Gus siempre estuvo ligado al hockey y tras su lesión se convirtió en árbitro, así como minero como tantos hombres en la ciudad de Kirkland. Sus hijos desde muy temprana edad practicaron el hockey y es que como dijo una vez el segundo de los Plager , Bob “Teníamos dos opciones cuando estábamos creciendo. Id a por el hockey profesional o entrar en las minas.”
Su hockey reflejaba la forma en la que habían solucionado sus diferencias en casa ya que su padre Gus les inculcó que la única manera de resolverlas era con los puños. Bob el mediano comentaba que “el mayor de nosotros era correcto hasta que el pequeño podía demostrar que se equivocaba. Entonces salíamos fuera y nos peleábamos mientras nuestro padre ejercía de árbitro.” Esta rudeza le valió el sobrenombre a Gus Plager de “Ardilla” porque decían que había criado a tres “nueces” duras de roer.
Pronto empezaron los hermanos Plager a hacerse respetar sobre el hielo, ya desde las ligas menores se empleaban con dureza hacia sus adversarios. La anécdota más curiosa de esta época se remonta a un partido de las ligas menores cuando aún eran juniors. Barclay jugaba para los Peterborough Pete y lo enfrentaba a su hermano Bob que jugaba para los Guelph Royals. En un lance del partido Barclay, accidentalmente según él, metió el stick en la boca de su hermano Bob a lo que acto seguido Bob respondió con los puños, como era habitual entre ellos. Conforme se iban al box, este le dio un empujón a su hermano y de nuevo se ensalzaron en una pelea que les llevó a la expulsión de ambos del partido. Pero no acabaría ahí la cosa ya que siguieron limando asperezas en el tramo que les llevaba a sus respectivos vestuarios.
Barclay marchó a la Central Professional Hockey League (CPHL) con los Omaha Knights con quien lideraría la liga en asistencias y el reconocimiento como uno de los mejores defensas. Esto lo llevó a firmar por los Detroit Red Wings que lo traspasaron posteriormente a los Montreal Canadiens aunque apenas jugó con ambos equipos ya que siempre era enviado a jugar con los afiliados a la AHL.
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Bob que permaneció en la Ontario Hockey Association fue considerado como el jugador más físico y agresivo de la liga consiguiendo el récord de minutos de penalización en una temporada. Bob también consiguió llamar la atención de algún conjunto de la NHL y firmó por los New York Rangers en 1964, aunque al igual que su hermano mayor, pasó la mayor parte del tiempo jugando en el afiliado de la AHL. El pequeño Bill, estuvo jugando jugando en ligas menores hasta recalar al igual que su hermano Barclay en el Peterborough Petes.
Sería con la expansión de la NHL en 1967 cuando Bob Plager llegaría a St. Louis en un traspaso por el defensa Rod Seiling. Meses más tarde su hermano Barclay Plager que jugaba para Springfield, fue traspasado a St. Louis junto con Red Bereson, que a la postre serían dos de los jugadores más queridos por los aficionados Blues. Durante ese año los hermano Plager sembraron el miedo en el hielo. No había partido que no terminase con algún jugador contrario dando con sus huesos contra el agua helada.
Y si aún fuera poco, un año más tarde su hermano pequeño Bill se uniría a los St. Louis Blues. Prueba del poder defensivo que obtuvo St. Louis con la llegada de los tres hermanos es que en 1969 fue el equipo menos goleado de la NHL, en 1970 fue el segundo menos goleado y un año más tarde ocupó el tercer lugar como conjunto que había recibido menos goles. Con estas marcas consiguieron llegar nada menos que en tres ocasiones a la final de la Stanley Cup. Barclay fue el segundo capitán con más partidos de los Blues por detrás de Brian Sutter.
Entre los aficionados Blues aún se cuenta lo ocurrido con los hermanos Plager en un partido contra los Philadelphia Flyers en 1972. Los Blues derrotaron a los Flyer en el Spectrum por 3-2. Como siempre, cada vez que había un Plager sobre el hielo había pelea y en ese partido hubo varias que caldearon el ambiente en las gradas. Fue entonces cuando un aficionado de los Flyers decidió tirarle una cerveza al entrenador de los Blues, que en aquel entonces era Al Arbour, y el equipo al completo dirigidos por Barclay Plager y Phil Roberto se dirigió como una jauría de lobos hacia las gradas para encontrar al “valiente” aficionado de Philadelphia.
Meses más tarde el pequeño de los Plager dejaba St. Louis y firmaría por Atlanta en el proyecto de expansión de 1972. Bob y Barclays siguieron defendiendo a los Blues aunque rara vez emparejados en el mismo par defensivo. En la primavera de 1976, la era Plager parecía que estaba llegando a su fin. Barclay era enviado al banquillo una y otra vez por su entrenador lo que provocó que dimitiera como capitán, entonces alegó que ya no tenía la presencia en el equipo que se espera de un capitán. Al finalizar la temporada Barclay abandonaría la franquicia para ser jugador-entrenador del afiliado de St. Louis, el Kansas City Blues.
Esa temporada llevó a su club a la final y fue nombrado jugador más valioso de la liga. Al año siguiente sería nombrado entrenador de St. Louis Blues, pero a diferencia de su primera experiencia como entrenador, ese año registró la peor temporada en la historia de la franquicia. Bob por su parte estuvo en los Blues hasta la temporada 1977-78 coincidiendo con su hermano mayor como entrenador.
Los St. Louis Blues retiraron el número 5 de Bob Plager y posteriormente en 1981 el número 8, dorsal de su hermano Barclay Plager. Los Plager siguen siendo muy queridos en la ciudad de St Louis.
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